Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°3 | Page 27

ORIGINALES: Historia de la Participación Social en Salud con mayor razón me corresponde el CESFAM Bellavista, porque la Unidad Vecinal donde yo resido está asignada territorialmente al CESFAM. Y me involucré…me costó, porque ya iba a le- sear al CESFAM y hablaba con la encargada de participación…bueno, pero yo sabía que tenían organización, pero era una organización muy larvada y muy chiquitita…entonces hasta que al final me contacté con los que eran y llegó un mo- mento en que era mejor organizarse…porque se empezó a participar en esta cosa…el Servicio de Salud Suroriente de Participación, entonces ahí empezaron a exigir cosas, que yo agradezco, ala- bo y ensalzo, porque yo le reconozco a la Señora Carolina Videla que pueden haber muchas cosas que, a lo mejor nos separen, pero yo le reconozco la capacidad que ha tenido de generar un esquema organizativo, que yo hayo que es un gran avance para el tema. Eso lo reconozco. Bueno, dentro de ese fenómeno el CESFAM Bellavista se tuvo que organizar mejor, entonces cuando lo hicimos, yo me integré a la dirección. El CESFAM venía con unas peleas antiquísimas también, por ejemplo, con los temas de infraes- tructura. Porque ese CESFAM es el primero que estuvo en la Florida y empezó a pasar el tiempo y pasó un poco…es un poco lo que nos pasa con el Hospital Sótero del Río: para medianamente dar un servicio es siempre, una cuestión por aquí, otro adendum allá. Entonces al final es un laberinto, como un laberinto chico. Entonces alegar, alegra y alegar. Afortunadamente se logró y actualmente estamos ad portas de una instalación nueva, nue- va, nada que ver con lo que era el CESFAM en ese tiempo. Sebastián: ¿Ese sería un logro de los usuarios? Pedro: Pero claro, por eso soy partidario de que exista la organización porque es la única forma. Porque uno observa que la administración, aun- que tenga la mejor de la mejor de las intenciones, ellos no tienen el alcance con la gente como para poder plantear descarnadamente las necesidades que se tienen. Entonces ese protagonismo lo tie- nen que asumir los usuarios del centro de salud, son los usuarios que deben ir a alegar al encarga- do de participación de la comuna, al encargado de salud, al señor alcalde…y venir a lesear aquí al jefe ser servicio de salud. Esa, yo creo, que es la labor nuestra. si es necesario llegar con el ministro de Salud, hay que hablar con él…Entonces yo, lo único que pido, es que se tenga la capacidad de interlocutar con mucha franqueza, es que seamos capaces de ver realmente como son los proble- mas…y si es preciso ir a hablar con el ministro de salud, se va a hablar con él. Si hay que hablar con el presidente de la república, hay que hablar con él! Es la única forma…me entiende… Y dentro del CESFAM Bellavista había una zona que estaba bastante desprotegida. Porque los que ahí vivían estaban re-lejos donde teórica- mente tenían que ir a requerir salud. Entonces, se logró que se generara ese CECOSF… costó mu- chísimo, se cometieron errores e ineficiencia, pero de tanto bregar, se logró. Sebastián: ¿El Consejo de Usuarios participó de ese proceso? Pedro: Mucho, ¡Muchísimo! Éramos de donde podíamos tocar la campana, íbamos. Podíamos decir la visión que nosotros teníamos de las in- eficiencias, llegó un momento en que dijeron ya vamos a hacer el CECOF, y tuvieron problemas, como era la asignación del paño…ya entonces se construyó y después de eso, una vez que ya estaba construido, dijeron “No, esta cuestión…vamos a hacer otra cosa”. Me va a creer que, poco menos, destrozaron todo lo que se había construido y se construyó otra cosa ahora más grande. Pero mira, lo que digo yo, esas ineficiencias, todos esos cos- tos ¿Quién los asume? Doña juanita, pero doña juanita somos nosotros mismos ¿Ve? Eso es más o menos. ARNALDO CÁCERES VILDÓSOLA Me llamo Arnaldo Cáceres Vildosola, vivo en la Comuna de la Granja, calle Combarbalá, y par- ticipo en la Junta de Vecinos 13 de la Malaquías Concha, en la población Padre Hurtado, y en el Servicio de Salud. Estoy extraordinariamente impresionado por las experiencias de mis compañeros, pero lo mío es mucho más simple. Mire yo siempre he pen- sado que la persona es el producto de su historia y de su experiencia, y lo que le va agregando la sociedad. Brevemente, yo soy el producto de la unión de un campesino de la zona del Bío-bío y de una inmigrante peruana de la zona de Arequipa. Entonces ¿Por qué y dónde se juntaron? Uno vi- viendo en el año 40 en una parte y otro en otra, esas movilizaciones que habían hace un tiempo hacía el sur… mi papá estaba haciendo el servi- cio militar en el regimiento Húsares de la Muerte, que es un regimiento de caballería que hay allá en Angol. Entonces lo llevaron en barco porque los bolivianos querían invadir. Lo llevaron al Norte y mi papá lo estacionaron en Iquique. Después le preguntaron si quería volverse, y no quiso, se quedó allá trabajando de mecánico. 25 Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 15-28