ORIGINALES:
Historia de la Participación Social en Salud
con mayor razón me corresponde el CESFAM
Bellavista, porque la Unidad Vecinal donde yo
resido está asignada territorialmente al CESFAM.
Y me involucré…me costó, porque ya iba a le-
sear al CESFAM y hablaba con la encargada de
participación…bueno, pero yo sabía que tenían
organización, pero era una organización muy
larvada y muy chiquitita…entonces hasta que al
final me contacté con los que eran y llegó un mo-
mento en que era mejor organizarse…porque se
empezó a participar en esta cosa…el Servicio de
Salud Suroriente de Participación, entonces ahí
empezaron a exigir cosas, que yo agradezco, ala-
bo y ensalzo, porque yo le reconozco a la Señora
Carolina Videla que pueden haber muchas cosas
que, a lo mejor nos separen, pero yo le reconozco
la capacidad que ha tenido de generar un esquema
organizativo, que yo hayo que es un gran avance
para el tema. Eso lo reconozco.
Bueno, dentro de ese fenómeno el CESFAM
Bellavista se tuvo que organizar mejor, entonces
cuando lo hicimos, yo me integré a la dirección.
El CESFAM venía con unas peleas antiquísimas
también, por ejemplo, con los temas de infraes-
tructura. Porque ese CESFAM es el primero que
estuvo en la Florida y empezó a pasar el tiempo y
pasó un poco…es un poco lo que nos pasa con el
Hospital Sótero del Río: para medianamente dar
un servicio es siempre, una cuestión por aquí, otro
adendum allá. Entonces al final es un laberinto,
como un laberinto chico. Entonces alegar, alegra
y alegar. Afortunadamente se logró y actualmente
estamos ad portas de una instalación nueva, nue-
va, nada que ver con lo que era el CESFAM en
ese tiempo.
Sebastián: ¿Ese sería un logro de los usuarios?
Pedro: Pero claro, por eso soy partidario de que
exista la organización porque es la única forma.
Porque uno observa que la administración, aun-
que tenga la mejor de la mejor de las intenciones,
ellos no tienen el alcance con la gente como para
poder plantear descarnadamente las necesidades
que se tienen. Entonces ese protagonismo lo tie-
nen que asumir los usuarios del centro de salud,
son los usuarios que deben ir a alegar al encarga-
do de participación de la comuna, al encargado
de salud, al señor alcalde…y venir a lesear aquí al
jefe ser servicio de salud. Esa, yo creo, que es la
labor nuestra. si es necesario llegar con el ministro
de Salud, hay que hablar con él…Entonces yo, lo
único que pido, es que se tenga la capacidad de
interlocutar con mucha franqueza, es que seamos
capaces de ver realmente como son los proble-
mas…y si es preciso ir a hablar con el ministro de
salud, se va a hablar con él. Si hay que hablar con
el presidente de la república, hay que hablar con
él! Es la única forma…me entiende…
Y dentro del CESFAM Bellavista había una
zona que estaba bastante desprotegida. Porque
los que ahí vivían estaban re-lejos donde teórica-
mente tenían que ir a requerir salud. Entonces, se
logró que se generara ese CECOSF… costó mu-
chísimo, se cometieron errores e ineficiencia, pero
de tanto bregar, se logró.
Sebastián: ¿El Consejo de Usuarios participó de
ese proceso?
Pedro: Mucho, ¡Muchísimo! Éramos de donde
podíamos tocar la campana, íbamos. Podíamos
decir la visión que nosotros teníamos de las in-
eficiencias, llegó un momento en que dijeron ya
vamos a hacer el CECOF, y tuvieron problemas,
como era la asignación del paño…ya entonces se
construyó y después de eso, una vez que ya estaba
construido, dijeron “No, esta cuestión…vamos a
hacer otra cosa”. Me va a creer que, poco menos,
destrozaron todo lo que se había construido y se
construyó otra cosa ahora más grande. Pero mira,
lo que digo yo, esas ineficiencias, todos esos cos-
tos ¿Quién los asume? Doña juanita, pero doña
juanita somos nosotros mismos ¿Ve? Eso es más
o menos.
ARNALDO CÁCERES VILDÓSOLA
Me llamo Arnaldo Cáceres Vildosola, vivo en
la Comuna de la Granja, calle Combarbalá, y par-
ticipo en la Junta de Vecinos 13 de la Malaquías
Concha, en la población Padre Hurtado, y en el
Servicio de Salud.
Estoy extraordinariamente impresionado por
las experiencias de mis compañeros, pero lo mío
es mucho más simple. Mire yo siempre he pen-
sado que la persona es el producto de su historia
y de su experiencia, y lo que le va agregando la
sociedad. Brevemente, yo soy el producto de la
unión de un campesino de la zona del Bío-bío y de
una inmigrante peruana de la zona de Arequipa.
Entonces ¿Por qué y dónde se juntaron? Uno vi-
viendo en el año 40 en una parte y otro en otra,
esas movilizaciones que habían hace un tiempo
hacía el sur… mi papá estaba haciendo el servi-
cio militar en el regimiento Húsares de la Muerte,
que es un regimiento de caballería que hay allá en
Angol. Entonces lo llevaron en barco porque los
bolivianos querían invadir. Lo llevaron al Norte
y mi papá lo estacionaron en Iquique. Después
le preguntaron si quería volverse, y no quiso, se
quedó allá trabajando de mecánico.
25
Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 15-28