Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°3 | Page 173

ORIGINALES: Dossier Alma Ata sientan sanas. La corrección en la hemoglobina glicosilada de un paciente se experimenta distinto por él mismo, ya sea si esta meta fue lograda por medios coercitivos (ej. Amenaza de amputación) o por mecanismos colaborativos (ej. Consejería para aumentar la adherencia), inclusive bajo el mismo tratamiento farmacológico. La experiencia en que las personas se sienten sanas también tiene variabilidad intra-individual e inter-individual, in- cluso habiendo corregido cualquier anormalidad biológica particular. 6. Incluso con la aplicación de terapias racionales destinadas a la corrección de los parámetros biológicos, la relación médico paciente tiene una influencia poderosa en los resultados. Para Engel, la entrevista clínica con fundamentos psicológicos era primordial para modificar la experiencia de enfermedad, e indi- rectamente los procesos bioquímicos subyacen- tes. Aquí, nuevamente se realza la necesidad de que los médicos tuvieran entrenamiento y conoci- mientos en el área de la entrevista clínica: Contrario a lo que los exclusionistas podrían creer de nosotros, el rol del médico es y siempre ha sido el de un educador y el de un psicoterapeuta. El saber cómo infundir paz en la mente del paciente y aumentar su fe en los poderes sanadores del médico, requiere de conocimientos y habilida- des psicológicas, no meramente de carisma (3). asidero en el plano de las enfermedades mentales. Que los postulados fueran válidos para ambas pa- tologías, permitía unificar ambas miradas en un mismo modelo: 1. La demostración de un defecto bio- químico específico es condición necesaria, pero no suficiente para la manifestación de una enfermedad. Lo anterior es lógicamente válido si entendemos la diferenciación entre “en- fermedad” y “dolencia”. Un defecto bioquímico puede ser condición necesaria y suficiente para determinar una enfermedad, sólo si considera- mos únicamente los elementos tangibles; pero no es condición suficiente para comprender la expe- riencia humana de la enfermedad, que llamamos dolencia. 2. Establecer una relación entre un pro- ceso bioquímico particular y la información clínica requiere de un enfoque racional de la información psicosocial de los pacientes, ya que la mayoría de estos datos se expresan en los reportes de las personas. Esto hace refe- rencia a que los pacientes no acuden a consultar trayendo sus datos biológicos, sino sus vivencias personales. En este sentido, las narrativas de los pacientes son un vehículo para expresar, tanto sus sensaciones de disconfort corporal (ej. Dolor to- rácico), como sus vivencias en el plano psicológi- co (ej. Sensación de muerte). 3. Las condiciones psicosociales alteran el curso de la enfermedad, tanto en el inicio como en las variaciones en su curso. Ya en esa época, para diabetes y esquizofrenia, exis- tía evidencia de este fenómeno, y se constituía como una premisa válida para las enfermedades que se atribuían tanto a lo biomédico, como a lo psicosocial. 4. Frente a una anormalidad bioquímica particular, los factores psicológicos y sociales son determinantes en que las personas se vean a sí mismas como enfermas, o sean vistas por otros como tales. Esto realza el hecho de que el diagnós- tico de una determinada anormalidad bioquímica (ej. Dislipidemia) tiene una amplia variabilidad en la forma en que los individuos experimentan el “sentirse enfermos”, así como también existen variaciones interculturales respecto a la noción de ausencia o presencia de enfermedad, aún frente a la misma anormalidad biológica. 5. Frente a una anormalidad bioquími- ca, pueden existir tratamientos racionales destinados restaurarla, pero esto no es con- dición suficiente para que las personas mo- difiquen su experiencia de enfermedad y se EL MECANISMO EXPLICATIVO: LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS (TGS) La inclusión de los elementos no tangibles re- quería un adecuado mecanismo de correlación con los fenómenos tradicionalmente atribuidos a lo biológico. Ciertamente, Engel entrega la res- puesta que se venía gestando desde la biología de los últimos 50 años, cuyo epítome era represen- tado en el pensamiento de la Escuela de Viena. En ella, se realizaron una serie de experimentos inéditos, en lo que se llamó el “Prater Vivarium”, centro experimental que cobijó a los biólogos sis- témicos de la época. Las ideas que allí surgieron, fueron recogidas por Ludwig Von Bertalanffy y Weiss en la TGS (2). Con este cambio paradigmático en la compren- sión de los fenómenos biológicos, Engel encon- tró un modelo que podría reemplazar al reduc- cionismo, e integrar los fenómenos tangibles e intangibles de las personas, al considerarlas como totalidades y partes en interacción: La teoría de sistemas, al proporcionar un marco conceptual dentro del cual se pue- den estudiar tanto partes organizadas como 171 Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 167-177