Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°3 | Page 157

ORIGINALES: Dossier Alma Ata mayores esfuerzos en ejercer su rol curativo que el preventivo y promocional (23) y que la partici- pación social es un ámbito que se encuentra cons- tantemente contraído por los factores del contex- to político que la afectan: nivel de participación consultivo, liderazgo autoritario, participación como medio utilitarista para alcanzar los objeti- vos incentivados, resistencia al cambio por parte de los equipos, entre otros (23). Cuando se aborda el ámbito de valores, el res- peto es uno de los valores que se presenta trans- versalmente en las tres modalidades de la con- sulta nacional, otorgando la mayor relevancia a la relación entre las personas. En este escenario, respeto se entiende como como un valor central en nuestras relaciones, personales y estructurales; espontáneas e institucionales, que se traducen en un buen trato reciproco. Luego, otros valores que emergen de la consulta nacional son la equidad y la igualdad que se vinculan a la idea de solidaridad que debiera impregnar el sistema público de sa- lud, manifestado a través del acceso universal y de la salud como derecho. Que el valor del respeto emerja en las tres mo- dalidades de la consulta nacional se relaciona con las dificultades experimentadas y vividas en el ám- bito del trato a los usuarios del sector salud. Según reportes de la Superintendencia de Salud (2015) (24), la sensación generalizada de los usuarios de salud es de vulneración de sus derechos por parte del sistema de salud chileno. Asimismo, la sensa- ción de los médicos y médicas, como represen- tantes insignes del sistema de salud, es de deshu- manización y despersonalización por la excesiva tecnificación y exigencia de generar cantidades de atenciones versus calidad de las mismas (25). Con respecto a la participación, las personas sostienen que es un método que contribuye al desarrollo de actividades de promoción y preven- ción y que es el objetivo esperado de hacer comu- nidad y de valor social, para mejorar la salud de las personas e involucrarlas crecientemente hacia una participación vinculante. Sin embargo, la ex- periencia empírica de las personas no necesaria- mente es de participación activa, sin perjuicio de que reconozcan en ésta ventajas tales como que permite conocer mejor a la comunidad, mejora la ejecución de actividades preventivas coheren- tes con las diferentes realidades territoriales y que permite la co-construcción de la salud entre fun- cionarios de salud y la comunidad. El ideal fundado de esta percepción sobre la participación social en salud se justifica por el de- sarrollo teórico que ha habido al respecto y por la evidencia disponible. A nivel nacional, las per- sonas que se vinculan con la gestión en atención primaria sienten que el compromiso comunitario es un desafío crítico en curso que tiene evidencia de que su funcionamiento efectivo empodera a las comunidades, ajusta los servicios de salud a sus necesidades y compromete una co-construcción de la estrategia de atención primaria; no obstante, no son experiencias masivas a lo largo de Chile (23). Por último, en torno a los cambios estructura- les comprendidos como espacios de mejora de la atención primaria sugeridos por las personas, surge la necesidad de una reforma sanitaria de carácter amplia, participativa y transparente que contemple aspectos de financiamiento y recursos humanos con una acción protagónica del Estado. No obstante, estos cambios no serían posibles sin antes generar cambios en la constitución del país que garantice el derecho a la salud integral, equitativa y de calidad. Avanzar en cambios cons- titucionales sobre el derecho a la salud y la aten- ción primaria es algo que existe en otros países del mundo. No obstante, el Estado chileno, du- rante el período de la dictadura militar, abandonó los principios de universalidad e igualdad y en su lugar se implementaron políticas de atención pri- maria con visión selectiva y focalizada en sectores más vulnerados de la población. Desde 1990, con el retorno de la democracia, el derecho a la salud se ha convertido en una preocupación decidida de los ciudadanos. La constitución política aún vi- gente (26), que declara como derecho “el acceso a la salud” es percibida por los actores de esta con- sulta como factor fundamental para la manten- ción de la configuración de un Estado subsidiario que contribuye a profundizar las desigualdades en salud (27). La coexistencia de dos sistemas, uno público, solidario y democrático y otro privado en la lógica del mercado de la salud y las transfe- rencias de recursos públicos al privado impediría garantizar universalidad y equidad. Finalmente, todo lo discutido a partir de los resultados obtenidos en las tres modalidades de consulta nacional permite concluir ciertas bre- chas discursivas entre ideales teóricos y reali- dad. La obtención de una imagen ideal desde las percepciones sobre el valor social de la atención primaria, da cuenta de representaciones sociales ancladas en teoría más que en lo experiencial. Esto muestra una apropiación de los horizontes teóricos que pertenecen al Modelo, pero tam- bién una distancia de la implementación deseada, lo que facilita la visualización de lo que falta por 155 Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 143-157