ORIGINALES:
Dossier Alma Ata
mayores esfuerzos en ejercer su rol curativo que
el preventivo y promocional (23) y que la partici-
pación social es un ámbito que se encuentra cons-
tantemente contraído por los factores del contex-
to político que la afectan: nivel de participación
consultivo, liderazgo autoritario, participación
como medio utilitarista para alcanzar los objeti-
vos incentivados, resistencia al cambio por parte
de los equipos, entre otros (23).
Cuando se aborda el ámbito de valores, el res-
peto es uno de los valores que se presenta trans-
versalmente en las tres modalidades de la con-
sulta nacional, otorgando la mayor relevancia a
la relación entre las personas. En este escenario,
respeto se entiende como como un valor central
en nuestras relaciones, personales y estructurales;
espontáneas e institucionales, que se traducen en
un buen trato reciproco. Luego, otros valores que
emergen de la consulta nacional son la equidad y
la igualdad que se vinculan a la idea de solidaridad
que debiera impregnar el sistema público de sa-
lud, manifestado a través del acceso universal y de
la salud como derecho.
Que el valor del respeto emerja en las tres mo-
dalidades de la consulta nacional se relaciona con
las dificultades experimentadas y vividas en el ám-
bito del trato a los usuarios del sector salud. Según
reportes de la Superintendencia de Salud (2015)
(24), la sensación generalizada de los usuarios de
salud es de vulneración de sus derechos por parte
del sistema de salud chileno. Asimismo, la sensa-
ción de los médicos y médicas, como represen-
tantes insignes del sistema de salud, es de deshu-
manización y despersonalización por la excesiva
tecnificación y exigencia de generar cantidades de
atenciones versus calidad de las mismas (25).
Con respecto a la participación, las personas
sostienen que es un método que contribuye al
desarrollo de actividades de promoción y preven-
ción y que es el objetivo esperado de hacer comu-
nidad y de valor social, para mejorar la salud de
las personas e involucrarlas crecientemente hacia
una participación vinculante. Sin embargo, la ex-
periencia empírica de las personas no necesaria-
mente es de participación activa, sin perjuicio de
que reconozcan en ésta ventajas tales como que
permite conocer mejor a la comunidad, mejora
la ejecución de actividades preventivas coheren-
tes con las diferentes realidades territoriales y que
permite la co-construcción de la salud entre fun-
cionarios de salud y la comunidad.
El ideal fundado de esta percepción sobre la
participación social en salud se justifica por el de-
sarrollo teórico que ha habido al respecto y por
la evidencia disponible. A nivel nacional, las per-
sonas que se vinculan con la gestión en atención
primaria sienten que el compromiso comunitario
es un desafío crítico en curso que tiene evidencia
de que su funcionamiento efectivo empodera a las
comunidades, ajusta los servicios de salud a sus
necesidades y compromete una co-construcción
de la estrategia de atención primaria; no obstante,
no son experiencias masivas a lo largo de Chile
(23).
Por último, en torno a los cambios estructura-
les comprendidos como espacios de mejora de
la atención primaria sugeridos por las personas,
surge la necesidad de una reforma sanitaria de
carácter amplia, participativa y transparente que
contemple aspectos de financiamiento y recursos
humanos con una acción protagónica del Estado.
No obstante, estos cambios no serían posibles
sin antes generar cambios en la constitución del
país que garantice el derecho a la salud integral,
equitativa y de calidad. Avanzar en cambios cons-
titucionales sobre el derecho a la salud y la aten-
ción primaria es algo que existe en otros países
del mundo. No obstante, el Estado chileno, du-
rante el período de la dictadura militar, abandonó
los principios de universalidad e igualdad y en su
lugar se implementaron políticas de atención pri-
maria con visión selectiva y focalizada en sectores
más vulnerados de la población. Desde 1990, con
el retorno de la democracia, el derecho a la salud
se ha convertido en una preocupación decidida de
los ciudadanos. La constitución política aún vi-
gente (26), que declara como derecho “el acceso a
la salud” es percibida por los actores de esta con-
sulta como factor fundamental para la manten-
ción de la configuración de un Estado subsidiario
que contribuye a profundizar las desigualdades en
salud (27). La coexistencia de dos sistemas, uno
público, solidario y democrático y otro privado
en la lógica del mercado de la salud y las transfe-
rencias de recursos públicos al privado impediría
garantizar universalidad y equidad.
Finalmente, todo lo discutido a partir de los
resultados obtenidos en las tres modalidades de
consulta nacional permite concluir ciertas bre-
chas discursivas entre ideales teóricos y reali-
dad. La obtención de una imagen ideal desde las
percepciones sobre el valor social de la atención
primaria, da cuenta de representaciones sociales
ancladas en teoría más que en lo experiencial.
Esto muestra una apropiación de los horizontes
teóricos que pertenecen al Modelo, pero tam-
bién una distancia de la implementación deseada,
lo que facilita la visualización de lo que falta por
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Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 143-157