Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°3 | Page 136

de pacientes a propósito de VIH y por cierto de enfermedades raras y la Ley Ricarte Soto para el caso chileno– señalan con agudeza cómo todo un cuerpo de análisis sociológico de raigambre mar- xista ha quedado fuera de foco. de mano de nuestros padres independentistas -fueron propias de la modernidad europea. Las estructuras que daban identidad a los pueblos, que institucionalizaban su sedentarismo, están agota- das. Varias migraciones se encuentran en curso a lo largo de las fronteras. Inmigrantes desde un afuera, pero también inmigrantes desde este mis- mo dentro. Comprender el presente como Antropoceno obliga a una doble operación. Una sociología de lo biológico (ecologías como asociatividad, la vida como asociatividad) y una reflexividad epistemo- lógica de nuestros saberes. No hay conocimiento de objetos independientes del observador. No hay puntos de vista universales. Todo saber es situado. Algo de esto lo venimos sabiendo de los estu- dios poscoloniales, pero también de los trabajos feministas. 2. Antropoceno Hablar de la actualidad en tiempos de Alma-Ata era hablar de un orden fundamentalmente econó- mico. Desde principios del siglo XXI la expresión Antropoceno (3) cobra fuerza para referirse a nuestro presente, con una connotación ni social ni económica, sino geológica o quizás bio-geológica. Antropoceno tiene respecto del presente una connotación de urgencia. Buscando ser una expre- sión más amplia que cambio climático (la IPCC es de 1988) o calentamiento global, pone junto a las cifras de CO 2 que han superado las 400 ppm en la atmósfera y sus consecuencias sobre aire, mar, los tóxicos diseminados por doquier, la reducción de las aguas disponibles, la carga de fósforo y ni- trógeno, también la extinción de ecosistemas y especies como un grave signo de la inviabilidad de nuestra cultura. Pone en la mira y el rol de los modos de pensar y vivir, lo que podríamos llamar el agotamiento de la modernidad europea-sajona. Para entrar en el Antropoceno convendría bus- car algunas huellas intelectuales de lo que podría- mos llamar pensamiento post 78. En 1980 apare- ce Mil Mesetas (4), una obra de filosofía mayor, escrita por dos pensadores franceses, que buscan desmontar la dialéctica como razonamiento y las consecuentes máquinas de guerra de occidente, en evidente deuda con Lewis Mumford y su com- prensión de la máquina (13). Donna Haraway re- compone el feminismo con su Manifiesto Cyborg (10), del año 1985, mostrando con fuerza el ca- rácter híbrido de los seres vivos y la unión de la naturo-culturas, que se organizan mas allá de la dicotomía social/natural. Latour en el mismo sen- tido, desnuda a los modernos en su Nunca fuimos modernos en 1991 (11). Y Viveiros de Castro , reivindica el pensamiento indio poniéndolo a la altura de otros perspectivismos de occidentes (2), rastreando la productividad filósofica del pensa- miento de los indios amazónicos en su Metafísicas caníbales de 2009 (17). Cuatro textos que permiten mirar el presente con una mirada fresca. Introducciones a nuevas miradas para comprender algo de lo que insinúa Antropoceno. Una acercamiento geológico al presente ayuda- ría también a reconocer cómo las organizaciones de los estados naciones –incluyendo las nuestras Carvajal Y. 3. Archea En 1977 se publicó un artículo que proponía un clasificación aún más básica de los seres vivos que los tres o cinco reinos tradicionales, que con- sideraba las archeabacteria (19) como un subdo- minio. Un ordenamiento que rompía la dicotomía procariontes/eucariontes. En 1990 Carl Woese uno de los autores del tra- bajo del 77 daba un paso más radical y separa- ba a lasarchea de las bacterias, generando así tres grandes dominios, al poner como tercero a los eucariontes (18). Extraña resonancia del nombre con el filósofo Michel Foucault que en su cam- po intentó buscar también orígenes: arqueología de la mirada (5), de las ciencias humanas (7) , del silencio («je n ai pas voulu faire l’ histoire de ce langage; plutôt l archéologie de ce silence» (8), del saber (6). Terciar en el mundo de lo vivo, en que una escisión radical había separado lo vivo en dos órdenes a partir de la presencia o no de núcleos, generando un linaje básico y una normatividad de la biología. La versión de Woese propone un debate sobre cuestiones centrales de la biología que bien me- recen llamarse filosóficas: el rol de la simbiosis por ejemplo. Una cuestión no ajena a una épo- ca de oposiciones dialécticas, de dicotomías y exclusiones, un tiempo de guerras. Archea hace de los tres dominios mundos contemporáneos, no secuenciales. No hay una senda de creciente complejidad, ni progreso lineal. Así como Lévi- Strauss en El Pensamiento Salvaje, reconocía en el pensamiento de los llamados primitivos, un pen- samiento contemporáneo, distinto, pero racional, las Archeas no son fósiles vivientes de un pasado 134