Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°3 | Page 100

de actores conocidos en la escena clínica; d) la ausencia de tiempo -en agendas comprimidas y asfixiadas por criterios de costo-beneficio- para el diálogo y el acuerdo-compromiso terapéutico. 5. En nuestra Escuela de Auto-Cuidado de Pares, la propia performance del decir coloca a na- rrador/a en la nueva realidad de un cuerpo na- rrado-narrante, situado por su propia y soberana manera de decir-se en las escenas clínicas públicas 11 y personales. Arrancamos de esta praxis el surgimiento de la construcción biográfica de la percepción de eficacia. En el decir-oír acompañado se construye un mundo material, vivencial, histórico y epistemológico que valida , compara, crítica, descarta, crea e imagina nuevas formas de hacer-se en la carrera de en- ferm@ , al tiempo que problematiza la realidad y su necesidad de cambios. Nace desde la reflexión del malestar (el estar enfermo) la dimensión po- lítica de cuerpos deseantes de un nuevo trato y realidad. 6.-Nuestra Escuela de Autocuidado en Salud- organización rizomática de pacientes y trabajador@s sanitari@s 12 antes que nada Autoafirmación Identitaria y comparescencia del Otr@ en los procesos de re-construcción biográ- fica de la carrera de enfermos y de levantamiento del estado de la RT, donde también se visibili- za el/la terapeuta como el Otr@ del Otr@. La Enfermedad (Diabetes…) es el pre-texto de estas escenificaciones propuestas y que a través de su vigor performativo preparan al paciente para con- tribuir ya “apoderado” a un nuevo trato clínico y diseño terapéutico. 7.- La Corriente Apersonadora de la Oralidad. Las narrativas tienen su encarnadura en la Oralidad. No es la Escritura la articuladora de la sustancia y forma del decir narrando y por varias razones: remite a la externalización de decir, el es- cribiente normatiza su observación escrita, vigila su corrección formal y teme la incorrección y su estigma. El narrador cuando escribe dice menos de sí, dice del afuera donde se coloca. Escribir, con excepción tal vez del diario de vida, contie- ne el sistema para hacerse entender siguiendo una vía de registro instruccional. Se asimila a una tarea a censar y su clave es informativa. Deja fuera de la performance al Otr@ que no verá el mundo que trae a mano ahora la performance, además estética corporeizada del (re-)vivir narrado. La responsabilidad de lo escrito cae en vacío de una alteridad lectora que puede no desearse y que por su alejamiento puede ser temida como vigilan- cia, escamoteando así el área de espacio seguro y confiado del narrar en presencia colectiva de l@s Otr@s. 8.-. Pequeñas observaciones a la estructura per- formativa (realizativa) 13 de las sesiones Narrativas de nuestra Escuela Apoderante. 1.- Criterio de Autenticidad (Austin). Las na- rraciones debieran ocurrir en dependencias y horarios de los servicios sanitarios. El objetivo apoderante busca desacralizar este espacio públi- co como propiedad y locus de poder asimétrico medicalizado. 2.- La estructura Narrativa de pequeños colecti- vos de pacientes contiene un/a trabajador/a sani- tario/a. La narración se “autentifica” ante actores investidos social y administrativamente por los servicios sanitarios. No es una puesta en escena “teatralizada”, es la producción escénica de la rea- lidad negada, de la Otredad Olvidada. 3.-La dinámica es la Narrativa personal en pre- sencia o comparecencia colectiva de los pacien- tes, incluido el agente sanitario, que sólo escucha cediendo su turno de la palabra. Esta función performativa significa y repara : La narración visi- biliza al Otr@ como un actor significativo y esen- cial, dador de significados a su propio enfermar y como sujeto consciente y de libre autodetermina- ción. Se repara así toda una muy larga historia de olvido y mal trato: la RT sin el Otr@. 4.-Las resonancias perlocutivas (la conduc- ta apoderante que resulta del narrar) se evalúan sesión tras sesión. Interesan nuevamente las na- rrativas etnográficas. No hay mejores ni peores, se suspende el juicio moral y estético. Interesa la constitución y epifanía autónoma de cada uno de los actores y con sus propios dispositivos escénicos. 5.- El momento Freiriano (Paulo Freire 1921- 1997). Construido el colectivo - más allá de la suma de actores individuales- como un cuidado y cuidadoso espacio del nombrar, procedemos a pro- blematizar la realidad recién creada por nuestra Epifanía o visibilización. Identificamos los temas 11  Auto-eficacia percibida, se refiere a la creencia que tiene una persona de poseer las capacidades para desempeñar las acciones necesarias que le permitan obtener los resultados deseados. 12  En la teoría filosófica de Gilles Deleuze y Félix Guattari, un rizoma es un modelo descriptivo o epistemológico en el que la organización de los elementos no sigue líneas de subordinación jerárquica —con una base o raíz dando origen a múltiples ramas, de acuerdo al conocido modelo del árbol de Porfirio—, sino que cualquier elemento puede afectar o incidir en cualquier otro (12) 13  La palabra nombrada no se limita a describir un hecho, al ser expresada en la escena colectiva realiza –en el Ahora del tiempo humano- el hecho / su promesa, el Ser/su devenir. Ahumada N., et al. 98