Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°2 | Page 68

que, aún con muchas dificultades, se garantizan las interrupciones legales del embarazo (ILE) es- tipuladas por la ley, desde el año 2007. Se trabaja fuertemente en Atención Primaria de Salud para el abordaje integral de aborto, que incluye el ac- ceso y continuidad de métodos anticonceptivos seguros post-aborto. El resultado más palpable de esta política es que no se registran muertes de mujeres por complicaciones de aborto desde el año 2012 en nuestra ciudad, donde viven casi un millón de personas. En este camino, pudimos materializar un proyecto pedagógico dentro de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), el que funciona como ma- teria electiva para estudiantes de cuarto año de Medicina y que se denomina “El aborto como pro- blema de salud”. Este proyecto fue desarrollado colectivamente por quienes integramos la “Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir” (fundada el 28 de mayo de 2015 en el seno de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito), y propone pensar el aborto inseguro como un problema de salud, de derechos y de justicia social, desde la perspectiva de género. Iniciamos el cursado en el 2017, con muy buena repercusión por parte del estudiantado, por lo que reafirmamos la necesi- dad imperiosa de brindar capacitación profesio- nal formal y actualizada para el manejo integral de aborto, dentro de las Universidades Públicas. Este proyecto se replicó, posteriormente, en otras Universidades del país, adaptado a cada realidad y carrera específica. El pasado 13 de junio fuimos a trabajar como todos los días, pero con una energía diferente. Había mucha expectativa y ansiedad. Cuando llegamos a la plaza del Congreso de la Nación, Tizzianu R. la marea verde fue literal: cuadras y cuadras de personas con sus pañuelos, cantando, tomando mate y disfrutando de una jornada histórica y fuertemente democrática. Algunas compañeras futboleras decían: “Este es nuestro mundial”. Sin embargo, al caer la noche, la tensión aumen- tó, y por momentos se convirtió en angustia, porque parecía que los votos no iban a alcanzar. Muchos diputados y diputadas hablaban como si nunca hubieran escuchado las exposiciones previas. Hubo incluso algunas exposiciones ver- gonzantes: nos compararon con perras y marsu- piales. Allí afuera, el frío de la noche de otoño se apaciguaba con el calor de nuestros cuerpos apretados, mientras pensábamos que más allá del resultado de la votación, nosotras ya habíamos ganado: el cambio social logrado no tiene vuelta atrás y los/as representantes son transitorios/as; sólo es cuestión de tiempo. A las 7 de la mañana del día siguiente, se produjo el giro tan ansiado: dos diputados de la provincia de La Pampa se manifestaron a favor para lograr la pequeña di- ferencia que faltaba, y a las 9.51 hs., luego del emotivo discurso de Silvia Lospennato, quien nombró a muchas de las “históricas” compa- ñeras de la Campaña (las que no sólo sostuvie- ron la lucha con perseverancia, sino que incluso estaban afuera con nosotras, más allá del frío y los años), y después de más de 24 hs. de de- bate, se aprobó la media sanción en la Cámara de Diputados. Fueron segundos que parecieron horas, las lágrimas que brotaban solas, el grito unánime que atravesó el cielo, y el abrazo sonoro de amor y felicidad, por haber logrado, al fin, el primer paso. Todas las emociones duraron varios días. Incluso todavía nos emociona recordarlo. Pero la lucha no ha terminado: ahora vamos por Senadores, y que sea Ley. 66