Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°2 | Page 53

discriminación social . Esto se traduce en sesgo constante a la hora de estimar porcentajes o recopilar información demográfica y / o sanitaria ( 11 ).
Nuestro sistema salud tiene desafíos pendientes para poder otorgar una atención adecuada a la población trans . Informes de DDHH en diversidad sexual que realiza anualmente el MOVILH 5 , evidencian que el 96 % de la población de ésta comunidad fue cuestionada por su identidad de género por parte del equipo de salud durante el año 2017 ( 11 ). Surge la necesidad de avanzar hacia una salud más integral para personas trans , reconceptualizando el paradigma médico que tradicionalmente ha dominado la práctica . Tanto por desconocimiento como por una cultura discriminatoria , los equipos de salud tienen una deuda pendiente con el abordaje correcto de las personas transgénero y se hace primordial el despatologizar las identidades trans e implementar medidas que lleven a la no discriminación .
Ser trans no es sinónimo de patología . La WPATH emitió un comunicado en mayo de 2010 instando a la despatologización de la variabilidad de género en todo el mundo ( 1 ). La variabilidad de género se define como el grado en que la identidad y / o expresión de género difiere de las normas culturales prescritas para personas de un sexo en particular . Este concepto es muy distinto a la disforia de género , que es el diagnóstico médico establecido en el DSM-V y que se refiere a la incomodidad o malestar causados por la discrepancia estereotipada entre identidad y sexo biológico ( 2 ).
En este contexto , sólo algunas personas con variabilidad de género experimentan disforia de género en algún momento de sus vidas ; es decir , la disforia de género no es un hecho inherente al ser trans , sino más bien , producto de la estigmatización y discriminación que aún persiste en nuestra sociedad . Es así , que el aumento de las tasas de trastornos del ánimo , suicidalidad , ansiedad y abuso de sustancias en personas transgénero puede entenderse como una reacción a las experiencias de rechazo social y familiar , y no como un hecho inherente a ser trans ( 12 ).
Muchas personas que experimentan disforia de género , logran encontrar un rol y expresión de género que les es cómoda , puesto que el acompañamiento y el apoyo asistencial tanto por la familia y / o redes de apoyo ( medicina , psicología , y otros agentes de salud ), son fundamentales para ayudar a derribar las barreras históricamente impuestas asociadas con estereotipos colectivos . De este modo , se vislumbra activamente que el problema no es la
ORIGINALES : Atención de Salud y Género
identidad de género , sino la transfobia ( 13 ).
En un plan estratégico hacia la educación y sensibilización , en Junio del 2012 el Ministerio de Salud de Chile publica la Circular 21 , instructivo de atención a personas trans en la red asistencial de salud . En este documento se exponen recomendaciones sobre : identificación de la persona como trans masculinos o trans femeninas , registro de la información en la ficha clínica y otras recomendaciones generales , en lo que respecta a una atención de un carácter inclusivo . Sin embargo , la recepción y difusión en cada uno de los servicios de salud ha sido lenta , determinando desconocimiento de los y las profesionales sobre la existencia de estas normativas referentes a atención de población trans ( 14 ).
Recientemente , la Comisión de Género y Salud del Colegio Médico de Chile ( COLMED ), inicia un nuevo esfuerzo hacia la difusión de esta Circular , creando una infografía publicada el 23 de Junio del 2018 , con fines educativos para los / las profesionales de salud . En este escenario , es perentoria la necesidad de generar protocolos a nivel nacional que aseguren una atención integral para toda la población trans , reconociendo un flujograma desde los centros de atención primaria hasta llegar a intervenciones de nivel terciario .
PRESTACIONES ESPECÍFICAS EN SALUD TRANS
Hoy en día , el acceso a atención en salud para las personas trans se ve obstaculizado en distintos niveles . En estas circunstancias , es fundamental definir un plan estratégico para cubrir las necesidades específicas en salud de esta población .
Un primer punto a entender : no es la identidad trans en sí misma lo que conduce a la consulta médica , sino la relación con el conjunto de normas sociales que dificultan el vivir cotidiano , lo que se traduce en estigmatización ( 15 ). Es relevante destacar que esta estigmatización es exacerbada cuando la propia identidad debe ser confirmada por una tercera persona .
En Chile , contamos con algunos policlínicos que con mucho esfuerzo frente a barreras burocráticas y en ocasiones institucionales , han logrado abrirse espacio como los primeros centros de identidad de género del país . Entre éstos encontramos : el policlínico del Hospital de Las Higueras de Talcahuano , el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso , el Hospital de Puerto Montt , Hospital El Pino , Hospital San Juan de Dios , el Hospital
5 Movimiento de integración y liberación homosexual
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Cuad Méd Soc ( Chile ) 2018 , 58 ( 2 ): 49-55