Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°2 | Page 20

la Mujer ) declara que “ La violencia contra la mujer es una forma de discriminación que impide gravemente que goce de derechos y libertades en pie de igualdad con el hombre ” ( 1 ). Es así como reconoce que estas formas particulares de violencia tienen como sustento la figura de inequidad entre ambos géneros . Los esterotipos de género se configuran como una de las causas y a la vez consecuencia de la violencia de género ( 2 ).
El ambiente laboral es un lugar donde se expresa la violencia de género mediante diversas formas , incluyendo discriminación hacia las mujeres y acoso sexual . En medicina , a pesar de ser una sociedad en la cual las mujeres tienen un mayor poder económico y social , no está exenta de discriminación de género ( 3 ). Así , en la última década se han develado múltiples casos de discriminación y acoso sexual en los establecimientos de salud .
El objetivo de este artículo es generar una revisión de la literatura y conceptualización sobre acoso y discriminación de género en la práctica médica . Esta revisión se inicia por la caracterización del contexto histórico de la mujer en la práctica laboral . Luego , se analiza el rol de las mujeres en la práctica médica , sintetizando inequidades y discriminación de género en la misma . Finalmente , el texto aborda el acoso sexual en la práctica médica , entregando definiciones , estadísticas y posibles formas de abordaje .
DESARROLLO
1 . - Inclusión de las mujeres al trabajo remunerado
La división social del trabajo , históricamente ha estado marcada por roles de género ( 4 ). Estos roles son constructos que definen el comportamiento y funciones social y culturalmente aceptados . Así , se condicionan parental , educacional y socioculturalmente diferencias en lo que se espera para cada género en torno a prioridades , preferencias , intereses y ocupaciones ( 5 ). Tradicionalmente las mujeres asumen las tareas vinculadas al espacio privado ( hogar ), tales como la reproducción , crianza , alimentación , vestimenta y cuidado de enfermos ( 1 ). En contraste , los hombres tienen su función en la esfera pública , protagonizando el trabajo remunerado .
Durante la revolución industrial , las mujeres empiezan su incorporación al mercado laboral . Sin embargo , esta incorporación no se acompaña de una distribución equitativa del trabajo doméstico con el género masculino . Esto provoca que las mujeres cumplan lo que se ha llamado una “ doble jornada ” laboral : no remunerado en su hogar y remunerado fuera de éste .
Posterior a este periodo se desarrolla un contexto sanitario adverso , con alta mortalidad infantil , que provoca la retirada relativa de las mujeres del mercado de trabajo asalariado . Esto significó una derrota para las mujeres en el seno de la clase obrera y un retroceso en términos de ideas para la clase obrera en su conjunto ( 6 ).
En el transcurso del siglo XX , el acceso a la educación superior modifica el escenario laboral en Chile . Así , se genera un ingreso masivo de mujeres a las Universidades ( décadas de 1960 y 1970 ) ( 7 ), instituciones previamente exclusivas para hombres . Esto , acompañado del progresivo aumento de las mujeres al mercado laboral , provoca que al 2012 la fuerza laboral femenina representa un 42,4 % de la fuerza laboral del país ( 8 ). En el contexto de una cultura patriarcal dominante , la incorporación de las mujeres al trabajo remunerado ha estado marcada por prácticas discriminatorias . Un ejemplo de esto es la brecha salarial entre hombres y mujeres , la cual al 2012 alcanza un 18 %, aumentando sustancialmente con la edad de la mujer ( 64,2 % a los 60 años ) ( 9 ). Otro ejemplo está en el acceso limitado que tienen las mujeres a cargos de poder . Cifras señalan que sólo un 21,7 % de los cargos de alto poder son ocupados por mujeres en el ámbito público y privado ( 10 ).
A nivel internacional , la inclusión de la mujer en la fuerza laboral remunerada es parte de los objetivos de la agenda mundial de la ONU en los Objetivos de Desarrollo del Milenio ( ODM ). Al respecto , el 3 º objetivo de los ODM es “ Promover la Igualdad de género y el empoderamiento de la mujer ”, planteando múltiples medidas para garantizar la participación efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo en todos los ámbitos de toma de decisiones políticas , económicas y públicas ( 11 ).
2 . - Mujeres en la práctica médica : visión histórica y desafíos
Ya en el siglo III a . C . hay relatos de la antigua Grecia que mencionan a una mujer , Agnódice , como una importante figura femenina que ejerció la medicina en Grecia . Agnódice fue discípula de Hérofilo en Alejandría y luego retornó a sus tierras , en una época donde estaba prohibido el ejercicio de la medicina por mujeres . Esto la obligó a adoptar una apariencia física masculina en función de poder ejercer . Sin embargo , fue descubierta y acusada de conducta inmoral por sus
Crispi F ., et al .
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