CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS-2020 | Page 86
Pero, con eso, el comandante Nowicki no se satisfizo. Volvió, de nuevo a la casa,
mandó arrestar al empleado Paul John, de 32 años de edad, y conducirlo, igualmente,
al gimnasio Schiller. En la ida hacia allí, John intentó huir, siendo, sin embargo, pr es o,
por la multitud que gritaba, y alborotada de manera tal que no puede andar
adelante. Después de unos minutos fue fusilado por los soldados, en el mismo lugar.
Instigados por los gritos de la población, los muchachos, armados de hachas, palas
y picas, comenzaron a dar en las víctimas bañadas de sangre. El polaco Henryk
Pawlowski, que fue arrestado en el correr de las investigaciones , en su testimonio, un
relato insoportable de los acontecimientos: él había recibido la orden, de enterrar a
los dos fusilados, en el césped que quedaba delante. Uno de los dos todavía estaba
con vida. Pawlowski cogió en la pala, dandole, con toda su fuerza, en el agonizante.
"Soy cristiano y no quiero enterrar al hombre vivo", respondió él cuando se le
preguntó qué había pensado actuando así. Al que él afirma, otros muchachos
también fueron instigados a cometer tales brutalidades. Los soldados asistier on a l a
escena inactiva.
Después de muertos los dos, los arrastraron a través de la calle; a uno de ellos
cogieron con la pica, entre la chaqueta y el chaleco. Los enterraron, en el césped del
patio, al otro lado de la calle, a unos 15 metros del lugar donde fueron asesinados.
Más tarde, los cadáveres fueron desenterrados, siendo conducidos, a escondi da s, a l
cementerio Matthaei. Pawlowski declaró, como buen católico, haber frecuentado la
misa. Preguntado sobre el contenido de los últimos sermones que había escuchado,
respondió, literalmente: "Atizaron a la gente". El lugar del crimen fue inspeccionado
el día 26-9-39. Se encuentra en una calle, edificada de un solo lado, en un Barrio de
Posen. Los vestigios de sangre fueron fotografiados. En la calzada, frente al gimna s i o
Schiller, se encontraron dos grandes pozos de sangre, habiéndose descubierto
vestigios de arroyos de sangre hasta una distancia de 4 metros, en la calza da y en l a
calle. El muro del gimnasio Schiller se hallaba ensangrentado en una anchura de 7
metros. Entre los charcos de sangre y la calle existían vestigios de arrastre.
La autopsia hecha por los médicos forenses y las investigaciones criminales
demostraron que Grieger y John fueron ejecutados, sin el mínimo respeto a la ley
marcial. Las cirscunstancias de prision, el curso del asesinato y el s i ti o s on pr ueba s
bastantes, de que, en el caso, se trata de un asesinato en el sentido criminal, como en
el judicial. Henryk Pawlowski fue condenado a mote, por colaboración en el
asesinato, por el Tribunal especial de Posen, en 18 -11-1939.
51. Torturado, lentamente, hasta morir. Como fueron asesinados 12
populares alemanes en Schulitz. - Los ojos pegados. - El vientre rasgado.
Relato de acuerdo con los testimonios de los testigos Kurt Schulza, Klara
Kriegwald y Ferdinand Reumann: El 4 de septiembre de 1939, 7 o 8 soldados polacos
penetraron en la propiedad del popular alemán August Schulz en Schulitz. Los
soldados afirmaron que los alemanes tenía n revolveres y carabinas escondidas en s u
casa y que Michael Naskret, empleado del servicio forestal, se lo había comunicado.