CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS-2020 | Page 77

Tienen que pasar en lo alto de la rampa, uno por uno, siendo muertos a tiros. La distancia entre el lugar donde se encontraban los presos, hasta la rampa era de menos de 20 metros; hasta el lugar de los asesinatos, entre 30 y 30 metros. Si y que hay alguna cosa digna de mención especial, en una tragedia como la que acabamos de describir, y el hecho que el menor Erhard Prochnau tuvo que acompañar a su gobernante Johanna Schwarz; y Walter Busse, su madre adoptiva Emma Hanke. Además de los 31 testigos, cuyos testimonios impresionan profundamente, el testigo más directo y la Frau Prochmau que, habiendo visto a su hijito de tres años morir en el atajo, fue obligado a tomar el mismo camino, con su bebé de seis meses en el brazo y su hijita de cuatro años de la mano, llegando hasta la rampa. Ella declaró -y sus declaraciones pudieron ser verificadas - que en rueda del lugar se hallaban centenares de soldados, teniendo una cocina de campaña encendida; que un civil que se encontraba cerca, tocaba música de danzas modernas en un sanfona - este hombre a quien otros testigos también habían oído tocar, puede ser preso - proporcionando otros más informes que permiten la reconstrucción integral del desarrollo de los acontecimientos. Aunque diferentes las personas y circunstancias en los diversos lugares, sus suces os demuestran perfecta analogía. En el caso de la familia Tetzlaff, compuesta de Martha Trtzlaff, con 45 años, sólo habría una repetición de material informativo, si quisiera describir los lugares y el desa r r ol lo de las otras tragedias, como por ejemplo en el caso de la familia Tetzlaff. Heidelies, de 11 años: Else Behnke, de 35 años y Gustav Behnke, de 82 años de edad. III Aunque aquí se trata de un relato resumido del vasto material compr obante, las averiguaciones, en él contenidas, bastan para poner de manifiesto que los soldados polacos, además de ejecutar esos asesinatos, obedeciendo a órdenes o con aquiescencia y bajo las vistas de sus oficiales, de los cuales muchos de alta categor ía , supieron dar expresión, bajo las más variadas formas, su aversión a todo lo que es alemán. Y hecho comprobado por los lados periciales de los médicos forenses que los tiros fueron dados con armas de fuego militares y armas de mano de alta clase; que fueron dados de todas las distancias sobre las víctimas de pe, acostadas y sobre niños en los brazos de las madres; que fueron dados de todos los lados y bajo los más variados ángulos, y que las heridas fueron producidas con armas percutoras y cortantes, con bayonetas y sables. Lo que, sin embargo, constituyen el cumplo del incumplimiento de las leyes humanitarias, y el trato dado a los cadáveres de los victimados: Los hermanos Janot fueron abandonados en el lugar donde fueron asesinados, siendo los cuerpos encontrados, ya roídos por los animales, después de la retirada de las tropas polacas. Los cadáveres pertenecientes al grupo de la familia Tetzlaff yacían en desorden y apenas cubiertos de una capa de tierra de unos 20 cm; la madre Renz descubrió la sepultura de sus hijitos porque la cabeza de uno y la mano del otro no se hallaban cubiertas de tierra: Oque, sin embargo, más impresiona y el encuentro de 15 cadáveres, de mujeres, hombres y menores, junto con un perro muerto en un bebedero en el bosque de Targowsko.