CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS-2020 | Page 76
El estudio, simplemente, conmovedor, incluso para un criminalista experimentado
y ajeno a toda clase de sentimentalismo, teniendo como encargo el estudio
constante de crímenes capitales, fue el del asesinato de Ottilie Renz, de 80 años de
edad, y de sus nietos, Gisela y Gisela, Guenther Renz, de 4 y 9 años de edad, que
fueron encontrados en los cinco locales conjugados, donde en uno de ellos se
descubrieron los cadáveres de 15 alemanes, de los cuales ocho mujeres y dos
menores de 3 y 7 años de edad.
La propiedad de la familia Leo Renz le dice más lejos de la carretera que la de su
hermano Erich, por lo que Leo abrigó en su casa a los seis hijitos de su herm ano y la
vieja madre que vivía con él, continuando Erich con su mujer en su casa propiedad.
En la mañana del día 5 de septiembre de 1939, aparecieron destacamento militar,
polaco, en la propiedad de Leo Renz. Los pequeños Gisel a y Guenther Renz-ya
amedrentados por la atmósfera de odios que, en las semanas pasadas, hasta ellos no
había escapado desapercibido - aprovechando un momento oportuno, huyó, por una
salida en el fondo, hacia el bosque. Poco tiempo después, los miembros de la fami l i a
Leo Renz tuvieron que abandonar también la propiedad, sin poder cuidar de la
anciana que perdieron de vista. Días después, hallaron, en el bosque, a 50 metr os de
la carretera, un hoyo en el que estaban a la vista una cabeza y la mano de niño. Al
abrirla, encontraron los cadáveres de Gisela y Guenther Renz y el de su padre. - Por
las investigaciones quedó averiguado que Erich Renz, viendo, de su escondite en los
prados, sus hijos en peligro y queriendo socorrerlos, logró, sólo, ser asesina do j unt o
con sus hijitos. La vieja señora Ottilie Renz fue encontrada, levemente cubierta de
tierra, junto a la pared de la propiedad de Erich Renz, debajo de una caja para
patatas. Como la anciana vio parar en la propiedad de Erich Renz, donde se
cosecharon pruebas irrefutables de que los asesinatos fueron practicados por va r i os
criminales, en el cuarto de estar y en la cocina, y secreto que, sólo, se puede adivinar.
Jugados en un bebedero, junto con un perro muerto. Fueron enteramente
diferentes las averiguaciones hechas en el local de la mayor masacre, en el bosque de
Targowiski, a una distancia de 300 metros de la carretera, cerca de Eichdorf, fueron
enteramente diferentes las averiguaciones hechas en el lugar de la masacre más
grande, en el bosque de Targowiski. Los soldados, bajo la jefatura de oficiales, habían
conducido, hasta una pendiente, en el bosque, 46 populares alemanes, de 6 meses a
80 años de edad, siendo 23 mujeres (50%), 5 hombres (10%) y 18 menores (39%),
entre ellos un niño de pecho. 15 de estos alemanes, a saber:
Emma Hanke, de 40 años.
Walter Busse, de 7 años.
Erhard Prochnau, de 3 años.
Johanna Schwarz, de 45 años.
Max Jeschke, de 55 años.
Hedwig Jeschke, de 47 años.
Else Dahms, de 19 años.
Kurt Kempf, de 22 años.
Gustav Schubert, de 65 años .
Richard Binder, de 50 años. Emmanuel Hemmerling, de 35 años.
Erna Hemmerling, de 30 años.
Frieda Ristau, 31 años.
Frau Blum, de 28 años.
Frau Golz, de 50 años.