CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS-2020 | Page 58

contara que iban a matar a todos los polacos. Uno de los mayores instigadores contra los alemanes fue el canónigo Schulz que encontré ayer en la prisión. Él es conocido, en toda la ciudad, como instigador contra los alemanes. Yo aún no he visto sus sermones por no pertenecer a su parroquia. Yo trabajaba, con cerca de 350 obreros polacos en la fabricación de piezas de repuesto para bicicletas, de Miller, en Bromberg. He escuchado de esos obreros y también de otras familias polacas que no sé citar por nombre, y muchas veces, que el c lerigo Schulz exhortaba, en sus sermones, a la población, aún poco antes de la ocupación de Bromberg por las tropas alemanas, a defenderse, hasta la última gota de sangre, contra los alemanes y de aniquilar todo lo que era alemán. En un feriado nacional polaco, cerca de dos mes es antes de la ocupación de Bromberg por los alemanes, el canónigo Schulz habló ante una gran masa de gente, reunida en la antigua plaza del mercado, siendo su discur s o irradiado por altavoces. En esa reunión (fue una especie de misa) estuve presente. Schultz citó, en su discurso, a una extrema resistencia contra la ocupación de Dantzing por los alemanes. No recuerdo los detalles, pero sé que todo lo que dijo, se refirió a Dantzig. Fue también el clerigo Schulz quien, al que me contaron a otros polacos, estimul ó al pueblo a arrebatar a los populares alemanes (evangélicos) las siguientes iglesias evangélicas de la ciudad de Bromberg: 1) La iglesia de S. Paulo, en la plaza Welzin; 2) La iglesia de la calle Nakel; 3) La iglesia de Schleusenau; 4) La iglesia de Kaltwasser. Además, nada puedo decir en el desabono de Schulz, ya que no tuve relaciones con él. Según todo lo que he escuchado acerca de otros polacos, lo tengo como de los principales culpables de la masacre ejecutada en Bromberg, el día 3 -9-1939, por los polacos; masacre esta, por el cual en los pobres tenemos que pagar ahora. Para los polacos y católicos, la palabra del padre vale mucho, porque debe ser nuestr o guía y porque tenemos fe en él. Tenían a los sacerdotes en la recomendación tranquila y prudencia, nunca se realizaría esa masacre. Al contrario, nos presentaron los alemanes como los mayores bárbaros que ni respeta ban a los niños y a todo mataban sin excepción. No puedo indicar a las personas que mataron a los alemanes, que los maltrataron o los denunciaron a los militares polacos, res pecto, que los acusaron falsamente porque no conozco los nombres de tales personas. Denúncielos si se los conocía. Sólo sé que personas, usando franjas verdes con placa de hoja, llevaban a los soldados polacos a las casas de los alemanes. Los soldados los aprendían y los llevaban a los alemanes. Lo he observa do en l a s calles Thorn y Danzing. Más tarde aparecieron hombres con franjas encarnadas y blancas, que indicaban también familias alemanas a los militares. Yo mismo pude observar cómo hombres provistos de esas bandas saquearon negocios y civiles alemanes. He hablado en plena verdad y nada he ocultado. Me recuerda, en este