CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS-2020 | Page 36

En cuanto a la causa: el domingo, a los tres días del mes de septiembre de 1939, entre las 11 y 12 horas, estábamos en la bodega de nuestra casa. Soldados y c iviles polacos invadieron nuestro terreno, exigiendo que saliéramos de la bodega. Al salir, un soldado afirmó que habían sacado partido de nuestra casa. No teníamos armas en casa. Mi yerno fue el primero en salir de la bodega. En ese momento un civil gritó : "Todos los szwaby tienen que ser muertos a tiros", siendo mi yerno luego herido por un tiro que le perforo la arteria, y tres tiros en el pecho y el cuello. Aun así no murió pronto, estando aún con vida la noche del domingo cuando tuvimos que huir. Como no pudimos llevarlo, lo echamos en un sofá, en nuestra residencia. Cuando el ma r tes los soldados alemanes hicieron su entrada en Bromberg, un sargento me acompañó hasta mi propiedad para que me enterara de lo que había pasado. Me encontré con un cuadro desolador. Habían sacado mi yerno del sofá, lo habían arrastrado ha sta l a cocina, donde yacía debajo de la mesa. Estaba con la cabeza partida, faltando la cavidad craneana y el cerebro; las partículas de la masa cefálica y la sangre se hallaban pegados a la pared d e la cocina ... Mi hijo Reinhard Giese, de 19 años, ha bía estado con nosotros en la bodega. Cuando vio que estaban disparando a mi yerno, él quiso huir, y hasta conseguirlo sa ltando la cerca del terreno vecino. Corrieron detr á s de él, lo cogieron. Fui, por la noche, a buscar el cadáver, depositado en el galpón de lavar. Recibió un tiro en el pecho. Otro hijo mío, Friedrich Giese, de 25 años de edad, por lo que fui informado, fue muerto a tiro junto a toda la familia, a cuya casa se refugiaba. Fuente: WR I. 6. "¡Matar a golpes, a esos alemanes!" Los ojos saltados a bayoneta. El testigo Paul Sikorski depuso bajo juramento: Cuanto a la persona: Me llamo Paul Sikorski, tengo 35 años de edad, soy católi c o, de profesión comerciante, me confieso popular alemán, resido en Bromberg, la calle Muehlenstrasse, 4. En cuanto a la causa: el domingo, 3 de septiembre de 19 39, a las 6 de la mañana, fui a la usina para apagar la luz y parar la turbina. En el camino, oí de repente fuer te griterío que venía de la parte del terraplén del ferrocarril. En el caso de que se produzca un accidente de tránsito en el que se haya producido un accident. Las víctimas estaban rodeadas por los agresores. Aproximándome un poco del grupo, oí gritar en polaco: "¡Matar a golpes, a esos alemanes!" Vi de lejos los arroyos de sangre. Me alejé, pero viendo que la horda tenía la intención de arrojarse sobre mí. A las 9 horas volví al lugar para ver los cadáveres. En dos de ellos, los ojos estaban perforados con bayoneta, las orbitas vacías; vi solamente una masa bañada en sangre. En tres faltaba la cavidad craneana; el centro se quedaba a un metro de distancia. Los demás cadáveres estaban también totalmente desbordados. En un cadáver, el vientre estaba rasgado de abajo hasta arriba. Dos de los muertos eran mis conocidos, el carnicero Leichnitz de Jaegerdorf y el s r. Schlich.