CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS-2020 | Page 32

3. ¡Escenas de terror en el Domingo Sangriento de Bromberg “De cada tres - y fusilar!" Tribunal de campaña del Estado de la zona de aviación z. b. V. 3. - Bromberg, 16 de septiembre de 1939. Presentes: consejero del tribunal de campaña del arma aérea, Dr. Waltzog como juez. Artillero Endlich como secretario "ad hoc" especialmente comisionado .  El fabricante de muebles Herbert Matthes. Debidamente informado sobre el juramento, declara: Cuanto la persona: Me llamo Herbert Matthes, tengo 36 años de edad, soy de confesión evangélica, fabricante de muebles en Bromberg, la calle Albertstrasse, 24. En cuanto a la causa: Entrego, como anexo, en relato por mí redactado, bajo el título: "La marcha de muerte de unos 150 populares alemanes a Piecki, cerca de Brzoza", así como en un suplemento titulado "Encuestas de un desplazamiento de campaña "(2). Uno y otro fueron nuevamente leídos en mi presencia. Las notas escritas a lápiz fueron añadidas, en mi presencia y según mis indicaciones. Hago los referidos documentos objeto de mi testimonio. L. a. ass. Ass. Herbert Matthes El testigo presto juramento.  Heinz Matthes. Exhortado a decir la verdad, d eclaró: Cuanto a la persona me llamó Heinz Matthes, tengo 13 años de edad. Soy un alumno del Ginasio Aleman de Bromberg, vivo en casa de mis padres. Cuando la causa: Los dos documentos redactados por mi padre fueron leídos en mi presencia. Los hago objeto de mi testimonio. En Piecki soldados polacos me dieron una baionetada que me atravesó el hombro derecho. L. a. ass. Ass, Heinz Matthes. Debido a su edad el testigo no puede prestar "juramento”. Dr. Waltzog. As. Endlich, artilh.  La marcha de muerte de unos 150 populares alemanes a piecki, de cerca de Brzoza. En el domingo sangriento, el 3 de septiembre de 1939, a las 10:30 horas, cuatro jóvenes bandidos, armados de hachas, vinieron a expulsarme, con mis dos hijos, resp. de 13 y 15 años, del abrigo que existía en mi fabricación, contra ataques aéreos. En el patio nos recibieron inmediatamente dos soldados armados de bayonetas, que nos abrigaron a correr de brazos erguidos hasta la comisaría central. En el trayecto, el pueblo, las mujeres y las muchachas parecían furiosas; nos escupían y nos golpearon, sin que los soldados los impidieran. (2) no reproduce el suplemento aquí.