CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS-2020 | Page 29

El deseo de aniquilamiento de todo lo que era aleman, aumentado por un profundo odio, y alimentado por la imprenta, por la radio, por la escuela, por el púlpito, por la cuadra y por el propio gobierno, fue que provocó esa masacre (50). Motivos materiales se notaron sólo en los robos practicados por los trabajadores rurales polacos de la zona de Posen; todo lo demás sirvió para satisfacer el des eo de vengarse del hombre alemán cuya superioridad cultural los polacos conocían -c omo, alias, los polacos nunca perdieron, ante los alemanes, el complejo de inferioridad. Durante los veinte años de dominio polaco, los miembros de la minoría alemana fueron considerados y tratados, por las autoridades y por gran mayoría del pueblo polaco (51), como "ciudadanos infieles". Los alemanes vivieron siempre en la penumbra de la desconfianza polaca, de modo que los polacos nunca lograron una atmósfera de lealtad y paz hacia los alemanes. La convivencia con los polacos representaba para los alemanes un peligro constante en virtud del sistemático trabajo de instigación chauvinista y de la falta absoluta de protección de parte de l a s autoridades polacas. Este estado de cosas que ya existía ha ce años, se fue agravando hasta el auge, en las semanas que precedieron al inicio de la guerra, desde que Polonia había recibido de Inglaterra la garantía de que todo le era permitido en su procedimiento provocador e infame. Fue, por lo tanto, la carta bla nca concedida por Inglaterra, que alentó, no sólo políticamente, a Polonia, sino que también la inducía a cometer toda suerte de barbaridades, y aún más, que hasta insinuó ese procedimiento. Fue el deseo de aquellos provocadores de guerras, ingleses, de aniquilar al pueblo alemán, que se patentó y se desveló, la vista de todo el mundo, y en toda su bajeza y amoralidad. La responsabilidad por la sangre vertida corresponde exclusivamente a aquella camarilla de "lords" ingleses cuyo dominio, en todo el mundo, se basa en la fuerza, la mentira, la opresión, la crueldad y el asesinato; y es ta responsabilidad se encuentra documentada, ante la historia, por todos los tiempos, en esta obra que expone a la humanidad los horribles crímenes cometidos contra l a s minorías étnicas alemanas, domiciliadas en Polonia, sirviéndose de pruebas irrefutables. (50) Es significativo para la actitud del gobierno polaco, tener el mismo rechazo, después del inicio de l a guerra, la propuesta que le había hecho el Ministerio del Exterior por intermedio de la Legación suec a, encargada de la defensa de los intereses polacos en Alemania, en el sentido de un intercambio de los alemanes deportados de las zonas ocupadas por los alemanes hacia el interior de Polonia, contra polacos que se hallaban sub el poder de los alemanes (DNB de 14/9/1939). Es nexplicable por qué el gobierno polaco rechazó aquella propuesta hecha por consideraciones humanitarias. (51) Donde y cuando un polaco se empeñaba seriamente a favor de un alemán amenazado, él era intimidado por amenazas y fuerza hasta que desistió del intento a que lo compelía la conciencia. No obstante, hubo polacos que se llevaron a cabo con civilidad y bravura: se sabe de personalidades y trabajadores polacos que, exponiendo la propia vida, procuraron salvar a populares alemanes.