CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS-2020 | Page 166

Pero el examen de los cadáveres enseña lo siguiente: no hubo ejecución. Fue una verdadera matanza sin orden, ni regla, de personas indefensas, de las cuales, aún, 1 2 se hallaban atadas, las otras, por medio de cordones usados para amarra r ter ner os . Se hizo uso de armas de fuego y perforantes; cuatro hombres fueron asesinados solamente con armas perforantes; trece hombres, con ar mas perforantes y de fuego. En un caso, un hombre, acostado por tierra, por una herida superficial de pis tol a , en la cabeza, recibió 33 heridas penetrantes producidas por bayoneta o puñal (N. ° de autopsia - Br. 23, Willi Heller, de 19 años de edad). Los moribundos fueron, en var i os casos, heridos a bayoneta, así como el número de autopsia - Br. 27, hombre desconocido, de unos 30 años, que había sido abatido por un tiro en el pulmón. Las lesiones, arriba clasificadas como servidas "de estímulo", lesiones su perficiales sin ninguna gravedad se observaron en tener casos. - Dos veces en el número de autopsia - Br. 18, Max Probul, de 35 años, y en el caso de N. ° de autopsia - Br. 27, hombre desconocido, de unos 35 años, se trataba de heridas en los ojos. El total de las lesiones penetrantes constatadas en los 38 cadáveres exami na dos , asciende a no menos de 69. Merecen mención especial, además, las heridas producidas por armas de fuego. Se verificaron, en los 34 casos que quedan después de descontados los muertos por lesión penetrante, 98 tiros. El mayor número de heridas directas por tiro, en un caso, alcanza a 5. En gran número de casos, las víctimas recibieron los tiros cuando estaban acostadas, de manera que ni siquier a s e necesita aventar la idea de que uno u otro tiro haya sido dado con la intensión de abreviar los sufrimientos de la víctima. Para los muchos casos en que la víctima, acuesta o en pie, era herida por tiros, vale lo que arriba se dijo: no se trataba de tir os de misericordia, esto es, de tiros dados con intención de matar, sino de maltrata r . La vileza, arriba expuesta, de dar tiros en la región glútea de los moribundos, y constatada cuatro veces en el presente grupo. Otras lesiones merecen mención especial, son los producidos por proyectiles en rebote, esto y, heridas producidas por partes de los proyectiles partidos al golpear en cualquier objeto, en muchos casos, probablemente, en el cuerpo de un vecino. Se encontraron heridas en diez víctimas. Uno de los asesinados, el número de autopsia - Br. 31, Ernst Kolader, de 27 años, fue herido exclusivamente por estos proyectiles en rebote, en 15 regiones diferentes del cuerpo, sin ser alcanzado por un único disparo apuntado. Estas heridas son los testigos mudos de disparos desagradables sobre los grupos de víctimas reunidos a l a fuerza, lo que, por sí solo, bastaría para rechazar cualquier posibilidad de ha bl a r en ejecuciones de acuerdo con dispositivos legales. Se debe, además, llamar la atenc i ón sobre el hecho de que de los 98 tiros de pistola constatados también en otros grupos de asesinatos. Pero en el caso presente, perteneciendo a los autores a una tropa regular polaca, y permitido deducir, con absoluta certeza, que entre los asesinatos s e hallaban oficiales o militares de destaque, porque son ellos y que usan pistola, circunstancia notable cuando la cuestión de la organización de los crímenes. Se diga, aún, para completar el aspecto general, que, en la carnicería de Jesuitersse, no se hizo uso solamente de armas de fuego y penetrantes, pero aún de