CRONICA SINDICAL CRONICA SINDICAL - ABRIL 2017 | Page 4
DE LA MANO DE LAS NECESIDADES DEL PUEBLO
Un verdadero “cambio”
Por Antonio Natalio Basso
e costó mucho al sindicalismo argentino lograr la
actual unidad en una CGT. Tampoco es la unidad mo-
nolítica que Perón exaltó allá por mediados de siglo
XX, pero es un gran paso en el avance hacia una fuerza sindi-
cal más enérgica, indispensable en los tiempos que corren, no
solo en nuestro país sino en el mundo, donde un nuevo y más
extremo neoliberalismo está dominando los Gobiernos de las
naciones en todos los continentes.
Por otra parte, la CGT ha acercado posiciones con la CTA
y con movimientos sociales, en una forma de alianza ante el
escenario que vive nuestro país, con lo cual se pueden dejar
de lado diferencias formales y sectoriales para dar lugar a un
nuevo conglomerado de reclamo por los derechos de los tra-
bajadores con o sin empleo. No todos están de acuerdo con
esta unión coyuntural, por llamarla de alguna manera, pero es
una realidad incontrastable y que tal vez llegó para quedarse.
A la marcha del 7 de marzo convocada por la CGT, además de
plegarse estos otros dos sectores populares, se le agregó la
inédita participación de algunas cámaras empresarias, en espe-
cial las que representan a las pequeñas y medianas empresas,
que están viviendo el ahorque impositivo y los tarifazos tal
como lo soportan los propios trabajadores.
El sindicalismo esperó un tiempo razonable para tomar medi-
das como esta movilización y el paro del 6 de abril, pero antes
formó parte de la mesa de diálogo tripartito propuesta por
el Ejecutivo, donde los empresarios no cumplieron lo firmado
sobre evitar despidos y mucho menos el compromiso de
palabra del pago de bonos de fin de año. En tanto, el Gobier-
no no puso paños fríos ante la cantidad de cesanteados y las
suspensiones, e hizo la vista gorda sobre las consecuencias.
Si se llegó a estas medidas de fuerza fue porque se agotaron
todas las instancias previas.
No cabe duda de que las bases, los trabajadores, son los que
empujan a subirle el tono al reclamo. Es la reacción de la
gente, tomada por sus sindicatos con seriedad, la que impulsa
salir a la calle y la primera huelga a la administración Macri.
La paz social se quiebra si quien fue electo para defender el
bienestar de la sociedad no reconoce o se niega a escuchar el
reclamo del pueblo trabajador. Es ahí donde las organizaciones
sindicales tienen la obligación de mostrar ante la sociedad
toda y en especial a los sectores del Gobierno el hartazgo del
pueblo.
No vale con que se ningunee o tilde al movimiento obrero y a
la oposición política de golpistas o, en otras palabras, insinuar
que se está haciendo manipulación política para restarle cre-
dibilidad al Gobierno. La reacción popular se produce por la
inacción y los errores permanentes cometidos por él.
Debemos decir que lamentablemente el Ejecutivo perdió un
precioso tiempo porque no supo avanzar en las cuestiones
pendientes. Es el mismo Gobierno el que le da, desde el punto
de vista político, la pelota a la oposición partidaria, y desde lo
social y laboral se la pasa a la CGT y las organizaciones socia-
les... No hace falta elaborar nada extraño para salir a criticarlo
porque el mismo Gobierno está ofreciendo un menú para
que cualquiera pueda salir al cruce de las medidas laborales,
sociales o económicas que están tomando.
Ojalá exista un verdadero “cambio” que
vaya de la mano de las necesidades del
pueblo trabajador, que propicien el
bienestar general y tiendan al bien
común, como debe ser.
FATSA RECLAMA AL PRESIDENTE COLOMBIANO POR
Sintrasaludcoop
a Federación de
Asociaciones de
Trabajadores de la
Sanidad Argentina (FATSA),
que conduce Carlos West
Ocampo, en una carta enviada
el 28 de marzo al presidente
colombiano Juan Manuel
Santos manifestó una vez más
“alarma e indignación por la
sistemática violación de los
derechos de los trabajadores
de SINTRASALUDCOOP y
la indiferencia de su gobierno
durante seis años desde
la intervención del Grupo
Empresarial SaludCoop”,
señalaron.
“Más de diez mil
desempleados es el saldo
que ha dejado la masacre
laboral por la mala gestión de
CaféSalud –otrora SaludCoop-
y, con ella, la ausencia de
recursos para prestar
servicios a los pacientes”,
expresaron.
Las autoridades de FATSA
le recordaron a Santos que
“en diciembre de 2016, en
Ginebra, su gobierno se
comprometió a invertir en
el sector de la salud ante
la OMS, la OIT y la OCDE.
Respetar condiciones mínimas
de trabajo garantizando los
recursos necesarios es la
única forma de lograr un
buen funcionamiento de estas
clínicas, vitales para el sistema
de salud en Colombia”.
La UNI Américas durante
la 4ta. Conferencia Regional
celebrada el año pasado en
Uruguay, manifestó su rechazo
e indignación por el manejo
indolente que ha dado el
gobierno de Santos al caso de
los trabajadores de SaludCoop
y condenó los actos de
violencia sindical de los cuales
son víctimas los miembros
del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Salud de
Colombia.
Vale recordar que FATSA
preside el Sector Salud
de la UNI a nivel mundial,
representada por Carlos West
Ocampo.
Histórico dirigente sindical rosarino
de la “primera hora”, es Secretario
General de la Unión de Sindicatos de
la Industria Maderera (USIMRA) y
Presidente de la OSPIM.
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Crónica Sindical | Abril de 2017