Crisis Civilizatoria | Page 95

Xochimilco: chinamperío, patrimonio cultural y prácticas turísticas Las diversas iniciativas en el sur de la Ciudad de México, confluyen también en otros proyectos que giran en torno a la valoración del patrimonio y que se ha concretado en múltiples proyectos turísticos y culturales. En otra entrevista (LG, 2012), uno de los impulsores de la Revista Crisol Mágico del Sur y participante de éstos proyectos, nos habló de las dificultades que enfrentan los proyectos de autogestión y comunitarios, así como de las formas que los locales tienen de prevenir o mitigar los riesgos del turismo capitalista. A partir de las experiencias locales, el entrevistado afirma que la tarea de implementar proyectos turísticos comunitarios es complicada en la medida que las relaciones humanas son complicadas, y por ende hay que resolver conflictos tales como que los intereses personales de algunas personas muchas veces actúan en detrimento de los comunitarios; que el compromiso muchas veces no es parejo; que hay quienes sólo se interesan por los recursos económicos; que es difícil financiar y divulgar los proyectos, entre otras problemáticas. En cuanto a las estrategias para reducir los riesgos de deterioro territorial por parte del turismo, el entrevistado afirmó que es importante buscar que el turismo no sea masivo. Para ello, han tratado de que no entren los hoteles y han buscado beneficiar a los negocios pequeños y no dejar entrar a las grandes empresas. Conclusiones La triada patrimonio-turismo-territorio rural, presenta una problemática compleja que ha generado discursos tanto a favor como en contra de su articulación. Defender el proyecto turístico como motor del desarrollo local y de la preservación del patrimonio ha sido fuertemente criticado. Sin embargo, tampoco es fácil afirmar lo contrario, es decir, que los proyectos turísticos son negativos para la comunidad. Después de conocer algunas experiencias comunitarias, consideramos que no se pueden establecer juicios en términos absolutos, sino que se trata de una cuestión relativa al caso local y a los vínculos que se establecen entre los actores involucrados. Una de las preocupaciones más importantes que hemos establecido es la que surge de la incorporación del patrimonio como mercancía, como un elemento de la industria turística, en el cual las prácticas culturales son vistas desde la perspectiva económica y política, por ende, son valoradas en función de su rentabilidad, monetaria o electoral. Existen elementos que pueden coadyuvar a un manejo adecuado del turismo en favor del patrimonio y en beneficio de la comunidad rural. Para ello y retomando a Gloria Miranda creemos que es esencial que el proyecto se geste 93