Xochimilco: chinamperío, patrimonio cultural y prácticas turísticas
Las diversas iniciativas en el sur de la Ciudad de México, confluyen
también en otros proyectos que giran en torno a la valoración del patrimonio
y que se ha concretado en múltiples proyectos turísticos y culturales. En otra
entrevista (LG, 2012), uno de los impulsores de la Revista Crisol Mágico del Sur
y participante de éstos proyectos, nos habló de las dificultades que enfrentan
los proyectos de autogestión y comunitarios, así como de las formas que los
locales tienen de prevenir o mitigar los riesgos del turismo capitalista.
A partir de las experiencias locales, el entrevistado afirma que la tarea de
implementar proyectos turísticos comunitarios es complicada en la medida que
las relaciones humanas son complicadas, y por ende hay que resolver conflictos
tales como que los intereses personales de algunas personas muchas veces
actúan en detrimento de los comunitarios; que el compromiso muchas veces
no es parejo; que hay quienes sólo se interesan por los recursos económicos;
que es difícil financiar y divulgar los proyectos, entre otras problemáticas.
En cuanto a las estrategias para reducir los riesgos de deterioro territorial
por parte del turismo, el entrevistado afirmó que es importante buscar que el
turismo no sea masivo. Para ello, han tratado de que no entren los hoteles y
han buscado beneficiar a los negocios pequeños y no dejar entrar a las grandes
empresas.
Conclusiones
La triada patrimonio-turismo-territorio rural, presenta una problemática
compleja que ha generado discursos tanto a favor como en contra de su
articulación. Defender el proyecto turístico como motor del desarrollo local y
de la preservación del patrimonio ha sido fuertemente criticado. Sin embargo,
tampoco es fácil afirmar lo contrario, es decir, que los proyectos turísticos
son negativos para la comunidad. Después de conocer algunas experiencias
comunitarias, consideramos que no se pueden establecer juicios en términos
absolutos, sino que se trata de una cuestión relativa al caso local y a los vínculos
que se establecen entre los actores involucrados.
Una de las preocupaciones más importantes que hemos establecido es
la que surge de la incorporación del patrimonio como mercancía, como un
elemento de la industria turística, en el cual las prácticas culturales son vistas
desde la perspectiva económica y política, por ende, son valoradas en función
de su rentabilidad, monetaria o electoral.
Existen elementos que pueden coadyuvar a un manejo adecuado del
turismo en favor del patrimonio y en beneficio de la comunidad rural. Para ello
y retomando a Gloria Miranda creemos que es esencial que el proyecto se geste
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