Armando Sánchez Albarrán
de soberanía alimentaria, crisis de combustibles que presionaron hacia la
producción de biocombustibles y crisis climática, como la que hoy se vive en
México. El efecto combinado de todas estas crisis deviene en una situación
de catástrofe y de riesgo que hace a los países pobres vulnerables en todos
los frentes afectando principalmente a las comunidades indígenas (Garza y
Rodríguez, 2001).
En la propuesta de Eduardo Sevilla-Guzmán la agroecología considera
como uno de sus elementos fundamentales a la coevolución social y ecológica
entendidas como una interrelación entre las dos. Lo que se trata, insiste el autor,
es en pensar en la inseparabilidad entre los sistemas sociales y ecológicos (SevillaGuzmán, 2006). Dicha especialidad cuestiona la idea de que el desarrollo rural
se encuentra fincado en el control del manejo industrial y biotecnológicos de los
recursos naturales debido a que no ha generado soluciones a largo plazo, sino
más bien, mayor desigualdad social poniendo en grave peligro la continuidad
de la humanidad como del planeta mismo (Sevilla-Guzmán, 2006).
Esta subdisciplinas contribuye con la deconstrucción de la idea lineal
de desarrollo y valida una racionalidad productiva alternativa cuyas bases
epistemológicas se validan en la articulación de procesos ecológicos, tecnológicos
y culturales produciendo ecotecnologías; al tiempo que conjuga saberes
tradicionales y modernos; promueve la resignificación del territorio; pero además,
considerando que los problemas que enfrenta son complejos, se sustenta de la
interdisciplinariedad y transdisciplinariedad científicas. Enrique Leff asume que
entre las disciplinas que participan en la producción de nuevos conocimientos
ambientales destacan: Las ciencias etnológicas; la ecología (política, productiva,
social); la biotecnología; la socio demográfica; la economía (ecológica, política
del ambiente); la educación, la historia, la pedagogía ambientales; la ética (de
la interculturalidad, para la sustentabilidad, y por la vida); el psicoanálisis y la
sociología del conocimiento (Leff, 2000). En otra publicación defiende la idea
que más que una articulación funcional entre diferentes especialidades habría
que crear condiciones más bien para una diálogo de saberes (Leff, 2006).
Leff sostiene que los principios éticos no son incompatibles con las ideas de
desarrollo, de racionalidad y de la diferencia, aunque sí, con ciertas concepciones
modernas de la moral y de la ciencia con sustento en el individualismo, la
competencia, la exclusión de los saberes no científicos, el utilitarismo de la
tecnología y el antropocentrismo (Leff, 2002; Leff, 2006).
Otra vertiente de análisis es la propuesta de Moacir Gadotti respecto a
la noción de glocal, como alternativa al “globalismo burgués”. Glocal hace
referencia a “pensar globalmente y actuar localmente” (Gadotti, 2002). Dicha
conceptualización se encuentra presente en el análisis de los nuevos movimientos
sociales, especialmente los llamados altermundistas y en especial en los que ponen
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