Armando Sánchez Albarrán
Three-Miles Island, en 1979; Bopahl, India, en 1984; y Chernobyl, en 1986. El
análisis de tales acontecimientos demostró la desigualdad social de sus efectos y
puso de relieve el tema de los riesgos naturales y locales como tema de estudio.
El centro de atención de los problemas se enfocó más bien en el efecto social
de los problemas naturales y no en los impactos de los humanos en el medio
ambiente (Dunlap, 2002). En los años ochenta, y aún desde varias décadas
atrás, varios intelectuales y equipos de investigación en México comenzaron
a trabajar desde un enfoque agroecológico: Ángel Pálerm, Efraín Hernández
Xolocotzin3 y Víctor Toledo, entre otros; en Estados Unidos por Gliessman;
en España, Martínez-Alier, José Manuel Naredo y Eduardo Sevilla Guzmán
(Sevilla-Guzmán, 2002). La agroecología cuenta con una vertiente radical como
respuesta a la tecno ecología oficialista (Sevilla-Guzmán, 2006).
El tercer momento, a principios de los noventa y hasta la actualidad los
problemas ambientales se revitalizan con un mayor interés en la sociología
ambiental pero ahora el interés se dirigió hacia cómo los humanos afectaban
al entorno como lo demuestran los análisis de la contaminación de la Costa
Atlántica a consecuencia de los desechos hospitalarios; el verano especialmente
caluroso en 1988 en todo el mundo atrajo la atención del público (Dunlop, 2002).
Varios eventos atrajeron la opinión pública respecto a los problemas ambientales:
La celebración del “Día de la Tierra” el 22 de abril de 1990; la celebración
de la Cumbre de la Tierra en junio de 1992; el petróleo vertido por Exxon
Valdez; la destrucción de la selva tropical y la devastación del medioambiente
en Europa del Este; la contaminación y agotamiento de los mantos acuíferos;
la degradación de la calidad del aire; la erosión y pérdida de fertilidad de los
suelos; el incremento de los residuos urbanos y los desechos tóxicos industriales;
la contaminación auditiva en las ciudades; la contaminación por venenos
radiactivos y la pérdida acelerada de biodiversidad en zonas tropicales de los
países subdesarrollados son apenas una pequeña muestra de los problemas que
poco a poco ingresaban en las agendas públicas de todos los países del mundo.
Recientemente se incorporan otros temas ambientales tales como: El consumo
masivo de energía fósil derivada del petróleo, el gas seco; la desforestación y
desmonte de zonas boscosas; la disminución en la capacidad de absorción de
dióxido de carbono que tienen los océanos y bosques; el aumento del efecto
invernadero ocasionado por la excesiva emisión de gases y la afectación
dramática de la capa de ozono que atestiguan el calentamiento global atrajeron
el interés de los medios y del público por las cuestiones ambientales (SevillaGuzmán, 2002; Sevilla-Guzmán, 2006). Las guerras en Irán, Irak y Pakistán
muestran algunos de los efectos de utilización de energía fósil lo que ocasionó
Efraín Hernández Xolocotzi inició sus publicaciones desde mediados de los años cincuenta,
aunque es reconocido ampliamente por los agroecólgos hasta los años ochenta. Se recomienda
ampliamente revisar los tomos I y II de Xolocotzia. Tomo I y II. Obras de Efraím Hernández
Xolocotzi. Revista de Geografía Agrícola. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, México.
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