bella historia de amor y cuento de hadas truculento
entre dos chicas adeptas a los insectos y la entomología. ¿McKee como director gay horror friendly?
Decidida y felizmente, sí. Ya su actriz fetiche
Angela Bettis (que en The Woman interpreta a la
madre de la familia) exagera toda gesticulación y
mohín en May y Metamorfosis, marcando un
código actoral cercano a la serie B que se repite en
todas las películas de McKee. Después de los
créditos finales, un breve fragmento en animación
recupera una línea no del todo explotada en la
trama, en torno a un bebé abandonado. McKee no
se aferra a un realismo y bordea lo paródico hasta
su límite, algo que en The Woman cuesta aceptar
en un comienzo por lo excedidos que están todos
los personajes, sobre todo Sean Bridgers en el del
rol del padre. Algo necesario, por otra parte,
porque la película explicita su apuesta formal en
los cambios de puntos de vista de cada personaje,
donde funciona esa rápida estereotipación, ya que
el foco de atención rota permanentemente de la
mujer en cuestión al resto de los personajes de la
familia (exceptuando tal vez a la pequeña niña).
Así, la película se convierte