ficción cinematográfica que pondera una idea
general de aventuras, por la cual el trabajo queda
en un fuera de campo, o en su defecto las miserias
de la vida laboral. Se trataría de una zona de
resistencia en la vida de las personas donde más
allá del orden laboral, más allá de las grandes
aventuras, hay micro aventuras que de pronto
resignifican las vidas de los hombres en una
determinada etapa o momento histórico. Cuando
eso está en una película me interesa y si eso responde además a una búsqueda formal para dar cuenta
de esa experiencia digo “esto tiene que estar”. Y
esas películas son muy difíciles de involucrar en
una programación porque el superyó de los programadores es enorme, “aquello que hay que programar” le quita lugar a estas películas menores,
termitas.
También hay películas que me interesan porque
sintonizan con algunos problemas contemporáneos. Si esas películas están hablando de un tema
relevante y formalmente son correctas, las considero.
Cuando se programa, además de elegir películas se las agrupa, se constituyen grupos de
películas o secciones, se tienden relaciones entre
las películas de tal forma que las películas
empiezan a dialogar entre sí y se arma una
especie de red de relaciones que el espectador
puede notar. ¿De qué forma se piensan esas
conexiones, de qué manera se prepara el terreno
para que esas conexiones se puedan transmitir?
¿Cómo, en esa red de relaciones, se articula el
diálogo entre lo contemporáneo y su tradición?
Hay un presupuesto en el orden de cómo vas
buscando las películas. Uno encuentra las películas
como cuando encontramos personas. Cuando son
desconocidas, son simplemente una persona con la
que hablás un poco y vas entendiendo algo de esa
persona que te interesa, algo que te resulta
cautivante y no entendés; hay veces que uno
encuentra lo que ya quiere, y hay veces que
encuentra lo que no sabía que podía querer. Eso en
primera instancia, porque me voy acercando a las
películas a través de los criterios de los que te
hablé antes. Hay películas que me encantan pero
que no programaría, porque asumo una búsqueda
en un contexto. Un ejemplo: Rush es una película
que me encanta pero que no programaría. Star
Trek 2 también, pero nunca la programaría porque
no estoy buscando eso como programador; eso me
interesa como crítico pero no como programador.
Lo que va pasando es que a medida que van apareciendo las películas de un período, las películas no
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provienen de la nada, y esto es otro problema de la
programación y también de los críticos. En este
sentido recomiendo profundamente el último libro
de David Walsh, The Sky Between the Leaves. Su
gran aporte como crít X