ENTREVISTA A ROGER KOZA
PROGRAMADOR DE FICUNAM
Quisiera que me cuentes, de la manera más
amplia posible, cuál es para vos la tarea del
programador.
Habría en juego dos operaciones precisas. En
general, cualquier programador está dispuesto a
llevar a cabo la primera de ellas, la segunda rara
vez tiene lugar. Por lo general lo que los programadores hacen es por un lado recibir películas, si es
que sus festivales tienen convocatoria, y por otro
van a la búsqueda de películas visitando lo que
denominaría territorios de visibilidad: festivales de
cine dominantes, como Cannes, Berlín, Venecia, y
ahora también Locarno y Roma, y en ciertas
ocasiones festivales quizá un poco más chicos
como puede ser FIDMarseille, INDIE Lisboa,
incluso el BAFICI. Estas son zonas de visibilidad
en que las películas inmediatamente entran en la
discusión de la programación internacional de
cine. Entonces, en principio, hay una tarea bastante lógica que es el seguimiento de las programaciones a lo largo del año y a lo largo de los años,
porque es importante comparar las distintas
programaciones de un mismo festival para ver de
qué manera van mutando o no, si hay coherencia,
si hay evoluciones, si hay derivas en estos festivales llamémosle “madres”, con ciertas facultades
para imponer una agenda del cine contemporáneo.
Algunos programadores, que son minoritarios, no
se sienten satisfechos con sólo ver qué se programa en estos festivales madres y limitarse a hacer
una selección de la selección. Algunos programadores están a la búsqueda de películas escondidas
y secretas, que a veces ni siquiera provienen de la
convocatoria hipotética de sus festivales, películas
que pueden representar un objeto novedoso dentro
del panorama del cine contemporáneo. Ésa es una
segunda línea. La zona más cercana donde esta
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