Cinéfilo 16 - Marzo 2014 | Page 46

país con una historia cultural muy brillante en la pintura de frescos, en la arquitectura, en la música polifónica, en la literatura. La diferencia entre Georgia y Rusia es enorme. En primer lugar Rusia tiene 150 millones de habitantes y Georgia nada más que 4 millones. El margen de libertad era muy pequeño porque formábamos parte de la Unión Soviética, pero la administración rusa trataba de no molestar demasiado a los georgianos. Había una censura, evidentemente, existía todo aquello que ustedes se imaginarán, no se podían hacer películas rebeldes, antisoviéticas, pero se podían hacer películas asoviéticas, es decir ignorando la existencia del bolchevismo que ocupaba el poder. La censura era fuertísima en todas partes, pero la más terrible tenía lugar en Rusia, sobre todo en Moscú. Rusia había sido invadida por los bolcheviques, que la habían convertido en su esclava. La vida en Georgia era relativamente calma y tranquila, proseguía su camino tradicional, mientras que en Rusia todo había sido destruido: había gulag para los campesinos, gulag para los estudiantes, gulag para los intelectuales, para los ingenieros, para los pensadores, para los científicos. Pasó algo curioso: como tenía miedo de aplastar a todas las mentes en Rusia, Lenin metió a todos los científicos, filósofos y escritores en un barco y los envió a Europa. Es lo que se llamó “Barco Filosófico”, que fue muy célebre. Ustedes también saben que la censura surge de los seres humanos. Uno puede estar aplastado por el sistema y a veces no hay otra opción más que hacer un trabajo sucio para comer, pero de todas formas había entonces gente muy culta, que detestaba a las personas que obedecían las reglas y respetaban a aquellas que intentaban ser in \[