Cinéfilo 16 - Marzo 2014 | Page 16

para su trayectoria profesional y Hirsch sorprende por embarcarse en una nueva aventura salvaje. Seguramente muchos lo recordarán por su protagónico en Hacia rutas salvajes, la película que Sean Penn dirigió en 2007 y que si bien se conecta con ésta en términos temáticos, difiere notablemente en su tratamiento narrativo, dramático y formal. Una distancia inapelable: Penn recurre a una historia extraordinaria, ubica a su personaje en un ámbito de permanente novedad y lo moviliza rápidamente en una especie de carrera de postas, siempre hacia adelante y con un objetivo claro; Gordon Green construye una situación que se transforma en cotidiana, se vuelve rutinaria y progresa a la velocidad que el entorno le permite. Probablemente, una cuestión de clases marca esa distancia: la aventura de Chris (Hirsch en Hacia rutas salvajes) es voluntaria, no así la de Lance (Hirsch en Prince Avalanche), que está ahí por motivos laborales, una necesidad material concreta que debe equilibrar con esas otras necesidades espirituales que Chris puede priorizar precisamente porque ya tiene cubiertas las primeras. El esfuerzo de Gordon Green por matizar las emociones encuentra