Cinéfilo 16 - Marzo 2014 | Page 14

ilustración del Libro VIII de la Ética a Nicómaco, clásico de Aristóteles. De todas maneras, hay algo en esos planos, en la forma de relacionase entre los personajes que escapa a precisiones y que invita a la perplejidad, algo un poco difícil de trasmitir. Posiblemente en ese misterio resida el valor de la película. Para tratar de ejemplificar esto hay dos momentos que me parecen notables: uno es la reacción de Frances y su imperceptible cambio de humor cuando se entera por terceros que Sophie se ha comprometido y se irá a vivir a Japón. Y el otro es cerca del final, cuando casi al pasar cruzan miradas en un cuarto lleno de gente, verificando una afirmación previa eustachiana sobre los vínculos amorosos que enuncia Frances. Ligeramente paradójico es que el sistema que acertadamente elige Baum