Catálogo Fleming Vlumen octubre | Page 6

Mini- Entrevista

a J. A. Ordiz por Lucas Corso

¿Cómo era J.A. Ordiz antes de ser profesor y escritor? ¿Algo se ha quedado por el camino?

Que yo recuerde, era lector de las aventuras de Roberto Alcázar y Pedrín, del Capitán Trueno… También era un enamorado de aventuras audiovisuales, televisivas, como Perdidos en el espacio o Viaje al fondo del mar, y un empedernido amante del cine, de la música y de las mujeres. Es decir, el Ordiz de antes era igual que es el Ordiz de hoy, salvo que por el camino que mencionas he perdido a Dios y otras creencias y lozanías.

2 ¿Qué te unió a dos mundos aparentemente tan distintos y tan exigentes como son la ciencia y la literatura?

Eso querría saber yo. Supongo que nací con ese defecto o bipolaridad. Lo que sí sé es que siempre han sido para mí dos buenas amantes. Aún hoy me proporcionan alimento y cobijo.

3 En este sentido, ¿cuánto había del contador de historias en tus clases?

La física y química no suele gustar al alumnado, sabido es. Por eso procuraba hacer las clases más llevaderas hablando de las hormigas como introducción al ácido fórmico, o de que no siempre el rozamiento es perjudicial. ¿Qué cuándo no es perjudicial? Se camina mal sobre el hielo de no existir, en los coitos interviene la fricción…

¿Cómo era J.A. Ordiz antes de ser profesor y escritor? ¿Algo se ha quedado por el camino?

Que yo recuerde, era lector de las aventuras de Roberto Alcázar y Pedrín, del Capitán Trueno… También era un enamorado de aventuras audiovisuales, televisivas, como Perdidos en el espacio o Viaje al fondo del mar, y un empedernido amante del cine, de la música y de las mujeres. Es decir, el Ordiz de antes era igual que es el Ordiz de hoy, salvo que por el camino que mencionas he perdido a Dios y otras creencias y lozanías.

2 ¿Qué te unió a dos mundos aparentemente tan distintos y tan exigentes como son la ciencia y la literatura?

Eso querría saber yo. Supongo que nací con ese defecto o bipolaridad. Lo que sí sé es que siempre han sido para mí dos buenas amantes. Aún hoy me proporcionan alimento y cobijo.

3 En este sentido, ¿cuánto había del contador de historias en tus clases?

La física y química no suele gustar al alumnado, sabido es. Por eso procuraba hacer las clases más llevaderas hablando de las hormigas como introducción al ácido fórmico, o de que no siempre el rozamiento es perjudicial. ¿Qué cuándo no es perjudicial? Se camina mal sobre el hielo de no existir, en los coitos interviene la fricción…

4 ¿Qué tiene el relato breve que, aun pudiendo llegar a ser tan difícil de domar, resulta tan atrayente?

Yo concibo el relato breve como una novela. En la novela desarrollo lo que estimo conveniente, en el cuento únicamente lo insinúo. Dos o tres novelas mías fueron antes relatos breves. En el cuento hay que dar cabida a la imaginación del lector. Solo se abre una ventana, la principal, las otras no. Pero ¿cuál es la ventana principal de la historia? Ahí está el reto, la atracción. Al menos en mi caso.

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