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Luis Javier Martínez Incluir una imagen o tabla Si la información del otro autor es gráfica o numérica (fotografías, estadísticas, etc.) en lugar de textual y ocupa por tanto una posición especial en tu documento puede merecer llevar una indicación singular como un pie breve pero explícito con la mención de la procedencia o la cita: Fuente:… Recuerda que hoy día existe mucha tecnología también para detectar el copiado y el software anti-plagio está a la orden del día en muchos sitios y para muchas personas. 11.2. Estilos bibliográficos A lo largo de esta Guía hemos presentado y usado muchas referencias bibliográficas. Unas han sido más breves y otras más largas. Y según la diversa procedencia estaban redactadas de una forma u otra. Ahora bien, cuando alguien produce o publica un conjunto de referencias, conviene que las presente de una forma coherente, organizada y uniforme. Esto es necesario para que los lectores, de tu trabajo, por ejemplo, las entiendan sin confusiones ni desorden, para ofrecerlas con claridad y brevedad. Por eso existen pautas o estilos bibliográficos, que normalizan cómo se describen o identifican los documentos, cómo se citan dentro del texto, etc. También se llaman estilos de documentación. Puedes pensar que no deja de ser paradójico que por un lado se requieran pautas para que las citas y referencias sean coherentes y por otro haya decenas de tipos de pautas para ello, con lo que difícilmente se puede conseguir de forma universal. Sin embargo, la explicación reside en que el sistema de documentación está a la base misma de la construcción de la ciencia, y son las comunidades científicas en su compleja diversidad y plural articulación las que libremente hacen que se desenvuelva el asunto de esta forma heterogénea. Así pues, hay estilos bibliográficos que responden a diferentes tradiciones académicas y culturales o a distintas ramas de la ciencia. Los más potentes están auspiciados por sociedades científicas, pero son muy importantes los manuales de estilo editoriales y las normas de publicación de las revistas de investigación. Como curiosidad, vete a la pestaña Referencias de Word y despliega el menú Estilo de la herramienta Citas y bibliografía. Comprueba las opciones. Con Word también es posible documentar los textos. Si contamos estas normas para autores de las revistas, podría haber cientos de estilos, a veces con diferencias mínimas entre ellos. La verdad es que los importantes son muchos menos, aunque aun así resultan bastantes. La ventaja que tienes con un gestor bibliográfico es que te va a permitir trabajar con todos o la mayoría de ellos, con los fundamentales desde luego (capítulo 10). · 150 ·