BRUJULA CIUDADANA Inseguridad y corrupción ¡YA BASTA! | Page 4

Brújula Ciudadana 91 2 delitos de corrupción e incumplimiento del deber emblemáticos en que han incurrido funcionarios y ex funcionarios públicos en los últimos años. Para la sociedad es evidente que con su legi- timidad puesta en duda, con niveles críticos de inseguridad y la corrupción a flor de piel, el gobierno luce incapaz y falto de voluntad real para encontrar una solución real a esas problemáticas. Existe un gran hartazgo y eno- jo en la sociedad por la soberbia e irrespeto de parte de la mayoría de políticos que nos tratan como ignorantes. Como muestra, a lo largo de esta edición se presentan distintos casos de violaciones a derechos humanos que han sido denunciadas, algunos grupos de la sociedad civil que se han pronunciado en contra de la corrupción y la inseguridad, además de los casos de dos funcionarios que están siendo investigados por hechos corruptos Frente esta situación tan indignante, orga- nizaciones de la sociedad civil organizada han manifestado un YA BASTA. Además, han impulsado diversas acciones y enca- bezan propuestas orientadas a combatir la corrupción y la inseguridad. Organizaciones como #VamosporMás, el Instituto Mexica- no por la Competitividad, el Observatorio Nacional Ciudadano, el CIDE, empresarios y académicos, entre otras, son expresiones ciudadanas que no se han abocado única- mente a exigir el combate de la corrupción y la inseguridad, sino que emplazan al gobier- no a seguir construyendo un país de leyes e instituciones. Un país con plena vigencia del Estado de derecho. Son ejercicios que en su base buscan anular la simulación. Para la sociedad es cada día más claro que al país le urge un gobierno distinto, dirigido por hombres probos, enérgicos y capaces, sin conflictos visibles de interés, con visión, con credibilidad y con un proyecto de nación respaldado por la sociedad mexicana en su conjunto. La inseguridad y la corrupción no son un asunto cultural, como algunos han dicho, sino que son parte de un régimen político obsoleto cuyos usos y costumbres perversos siguen permaneciendo. En la lucha contra estos dos grandes pro- blemas de México, ciudadanas y ciudadanos tenemos que poner de nuestra parte, seguir siendo vigilantes y empujar iniciativas que dig- nifiquen el espacio público en el que podamos convivir con quienes gobiernan el país en un ambiente de responsabilidad, transparencia y rendición de cuentas.