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Brújula Ciudadana 95
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Bajo este argumento el movimiento político que encabezan los Dreamers es de un alcance planetario que no empata con las demandas que los mismos jóvenes soñadores exigen a los legisladores estadounidenses y que ellos mismos no alcanzan a ver . Sus demandas son tan básicas como el poder permanecer en un país donde no nacieron pero donde quieren vivir . No hay nada radical , ni que atente contra el sistema ni mucho menos que busque un cambio revolucionario . Tan solo piden se reconozca que han sido socializados en “ el modo de vida americano ”, que se sepa que no conocen su tierra de origen , que no tienen lazos ahí y que de últimas , no quieren vivir ahí por las muchas razones que sean – miedo , desconocimiento , lejanía- . Argumentan , además , que muchos de sus sueños se verán truncados si los deportan porque no podrán seguir sus estudios , adquirir los bienes que ya habían planeado ( casa , automóvil ) o serán separados de sus familias que permanecerán en territorio estadounidense , mientras ellos son relegados a un país desconocido . La mayor amenaza frente a su deportación la hacen al sistema económico del país que los niega por el peso económico que representan para su economía y los beneficios que las empresas que los contratan dejarán de recibir , si no están ahí para trabajar .
Puesto así , lo que los Dreamers piden podría resolverse si los legisladores estadounidenses no estuvieran en medio de una disputa electoral permanente . Finalmente , ellos representan solo el 10 % del total del universo de migrantes mexicanos ( 650 mil en el caso de los mexicanos indocumentados en ese país ) y son lo que cualquier potencia económica busca en el mercado migratorio : personas con escolaridad mayor a la media y profesionales de alto nivel . Es decir , gente competitiva , dispuesta a trabajar mucho más que los locales para demostrar su valor y con una cultura laboral al más puro estilo capitalista , “ just in time , time is money ”.
Este movimiento no es transgresor del statu quo y , al contrario , lo que los jóvenes migrantes quieren es ser como cualquiera , vivir la vida bajo las normas más estadounidenses posibles . Buscan la estabilidad no solo mediante una reforma migratoria que les ofrezca una visa , sino eventualmente poder permanecer de manera definitiva en “ el único país que conocen como su casa ”, como repiten tantos . Algunos , más politizados , piden que esa ruta legislativa pueda llevarlos a obtener la ciudadanía estadounidense para poder vivir en santa paz y sin la angustia del limbo que ha sido su vida y aún peor los últimos años de zozobra .