2. M itos
y realidades sobre la votación desde el extranjero
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VOTEN, DREAMERS
Leticia Calderón Chelius
Instituto Mora
L
os ahora conocidos por todos, los Dreamers, hijos de mexicanos que
emigraron de manera indocumentada con sus padres siendo menores de
edad a Estados Unidos han dado forma a una de las construcciones filosófi-
cas más ambiciosas de nuestros tiempos: pensar un mundo sin fronteras. Su
movimiento parte de un legítimo derecho a exigir poder vivir donde conside-
ran está su casa, sus amigos, sus referencias. Radicar donde consideran que
pueden desarrollarse mejor profesionalmente y donde creen que pueden
alcanzar un mejor nivel de vida. Eso que suena tan elemental como obvio
para un sector privilegiado del planeta, que puede elegir vivir en donde le
plazca y puede planear su ruta de vida de acuerdo a sus propios intereses
y sueños, está limitado para la inmensa mayoría del planeta. Como bien sa-
bemos, el lugar de nacimiento sigue determinando los derechos y deseos a
ese mundo sin fronteras que implica elegir para sí mismo el mejor lugar para
estar en casa. La nacionalidad se vuelve así un lastre para algunos, mientras
que es solo un trámite más en la agenda de vida de otros.