BRUJULA CIUDADANA El rumbo del federalismo | Page 27
2. P erspectiva
regional del federalismo y la descentralización
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Si algo es necesario en el arranque de esta nueva fase de la construcción
de la democracia en México es que la ciudadanía participe realmente en
el desarrollo y aplicación de las políticas públicas y en la vigilancia de su
ejercicio. Los conceptos de consulta popular, presupuesto participativo y
contraloría social no deben ser usados en forma demagógica. Hasta ahora
el discurso de muchos actores de MORENA y del próximo gobierno en
esta materia es de una ligereza reprobable. La excepción que confirma la
regla está en el futuro gobierno de la Ciudad de México, donde varios de
los funcionarios nombrados y/o electos tienen experiencia en modelos
participativos y compromiso con esa causa. Pero en el resto del país (con
contadas excepciones) la experiencia participativa de los cuadros morenistas
es escasa, y en muchos casos, nula.
Dada esta falta de experiencia y la debilidad de las sociedades civiles loca-
les/regionales en todo el país, es preciso que la participación ciudadana se
construya paso a paso como parte de un proyecto estratégico de recons-
trucción de las relaciones entre el Estado y la sociedad. Al mismo tiempo
se deben construir las capacidades estatales que permitan la recuperación
del control territorial, anular a los poderes fácticos y criminales y crear las
condiciones necesarias para el ejercicio de una ciudadanía efectiva.
Si no se entiende que la fragmentación del Estado
mexicano sólo puede revertirse construyendo capa-
cidades estatales en los tres niveles de gobierno y
replanteando las relaciones entre Estado y sociedad,
la “cuarta transformación” puede tornarse en un
mero reciclamiento de las prácticas tradicionales de
control político y en la continuación de la crisis de
gobernabilidad que sufre la nación en buena parte
del territorio.