BRUJULA CIUDADANA El rumbo del federalismo | Page 25
2. P erspectiva
regional del federalismo y la descentralización
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La construcción de una nueva gobernanza democrática
exigiría que estos funcionarios fueran administradores
públicos eficaces que, en articulación con actores de la
sociedad civil, desarrollaran una capacidad de control y
vigilancia del ejercicio de los fondos públicos, sin tornarse
ellos mismos en actores políticos que, de una forma u otra,
entrasen en la disputa por el control político territorial.
Si actuasen así podrían bloquear otro proceso imprescin-
dible en la reconstrucción del Estado mexicano, que es el
fortalecimiento institucional de los gobiernos estatales y
municipales, cuya debilidad ha abierto la puerta a la co-
rrupción, la violencia y al crimen organizado.
La solución ofrecida puede crear nuevos
problemas, sin resolver los anteriores, si los
coordinadores se tornan en “la voz del pre-
sidente en los estados”, o en una especie de
jefes políticos estatales de facto. Lamenta-
blemente, a ello apuntan los nombramientos
ya realizados por AMLO en cada estado.
Excandidatos a las gubernaturas derrotados,
presidentes estatales de MORENA y líderes
partidarios reconocidos han sido designados
“Coordinadores”. Obviamente, de tales figu-
ras sólo puede esperarse la politización del
cargo, pues serán candidatos naturales a las
gubernaturas de sus estados y, por tanto,
no estarán comprometidos con el éxito de
los gobernadores en funciones, y tendrán la
tentación de dosificar al apoyo a los munici-
pios en función de lealtades políticas, lo cual
aplica incluso para los gobernantes emanados
de su propio partido.
Por otra parte, la complejidad
técnica de sus funciones será tan
grande, pues abarcarán todos los
campos de la política pública,
que requerirán para operar de
una especie de “gabinete alter-
no”, es decir, de una especie de
“subdelegados” por secretaría,
por lo que el supuesto ahorro
que generará la concentración
del mando en un coordinador
estatal será relativa, dado que
un cuerpo burocrático profe-
sional no puede ser obviado sin
daño severo a la eficacia de las
funciones a desempeñar.