nutrición
El chocolate:
una nutritiva
tentación
Saborear un buen chocolate es uno de los placeres más comunes
entre mayores y pequeños. En sus múltiples formas: caliente, en
tableta, en trocitos… el chocolate parece el alimento perfecto para
nutrir cuerpo y alma.
¿Quién no ha buscado desesperadamente un poco de chocolate en un
momento de bajón físico o anímico?
El cacao, introducido en Europa en la
época de Carlos V por Hernán Cortés, es un alimento altamente energético que contribuye a un óptimo
rendimiento físico e intelectual. ¿Su
secreto? Un completo perfil nutricional y su capacidad para influir directamente en el cerebro de quien lo
toma.
Los componentes
del chocolate
El chocolate es rico en hidratos de
carbono, lípidos, vitaminas y minerales, por lo que es un alimento muy
nutritivo y energético. A excepción
del chocolate blanco, el resto de variedades no tiene demasiadas proteínas. Tiene un valor calórico alto, pero
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detrás de esa apariencia tan irresistible se esconde una combinación de
nutrientes muy adecuada. ¡Sólo hay
que saber dosificarse!
E
l cacao es una fuente importante
de calcio, necesario para la formación de huesos y dientes, y tiene un
contenido muy interesante de minerales como el potasio, el fósforo, el magnesio, el zinc y el hierro,
por lo que resulta un alimento de
un elevado valor nutricional.
T
ambién aporta vitaminas del
grupo B como la tiamina (B1), riboflavina (B2) y ácido fólico (B9) y de
entre las propiedades que se le
atribuyen, cabe destacar sus compuestos antioxidantes (vitamina E,
polifenoles, flavonoides...) que protegen al organismo de la acción de
los radicales libres y mantienen a
raya el colesterol “malo”.
A
porta fibra, no en cantidad especialmente importante, pero siempre contribuye en mayor o menor
medida al funcionamiento del tránsito intestinal.
¿Por qué nos eleva
el estado de ánimo?
Tal vez una de las propiedades más
celebradas del chocolate sea su capacidad estimulante del estado de
ánimo. El chocolate incide directamente en los centros cerebrales
productores de placer a través de la
generación de endorfinas, denominadas las hormonas del bienestar. Por
eso contribuye a mejorar el ánimo
de forma