nutrición
Lácteos
en la infancia:
modo de empleo
Imagina si la leche es importante para
el organismo, que durante los primeros meses de vida es nuestro único
alimento. Tan completo, que durante
esta etapa tan determinante de la vida
cubre todas las necesidades nutricionales y es la responsable del crecimiento y desarrollo de los bebés.
A
partir de los 6 meses, cuando la alimentación se diversifica, los productos lácteos (leche y derivados) siguen
siendo un pilar fundamental de la dieta, hasta el punto que los expertos en nutrición
pediátrica recomiendan un consumo de entre
medio litro y un litro diario, es decir, entre 2 y 4
raciones de lácteos en función de la edad.
Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de
raciones? En general, podríamos estipular que,
dependiendo de la edad del niño, una ración de
leche oscila entre los 100 y los 200 g, la de queso
entre los 20 y los 60 g, siendo el intervalo más bajo
el que corresponde a los niños de corta edad y el
más alto a los que se acercan a la adolescencia. Si
hablamos de yogur, la ración es de 125 g, es decir,
la cantidad aproximada que suelen contener los
vasitos que encontramos en las tiendas.
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