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Reportaje
El Pensador 2
Viernes 19 de julio 2019
Los trastornos alimenticios que oculta el ballet clásico
Cuando ser delgada es un requisito
“Empezó con bulimia, vomitaba en el mismo ballet y sus manos sangraban, porque
se lastimaba con las arcadas”.
Redacción
El Pensador 2
SOYANTOFAGASTA.CL
Bailarines de la Cámara de
Ballet de Antofagasta, interpretando
un cuadro de la obra “Las Sílfides”
E
se fue el primer recuerdo de Isabel (20)
ex bailarina de ballet del Teatro Municipal
de Antofagasta, donde bailó durante
cinco años. En ese entonces, su vida giró en
torno a clases privadas, maestros estrictos y
compañeras que hablaban constantemente
de su peso, tres veces a la semana.
Hoy, lejos de los tutús, confiesa que siempre
intentó ser más delgada, para ello, redujo su
alimentación y realizaba una rutina exhaustiva
de ejercicios en su casa, además de asistir
al ballet. Siempre trató de mantenerse
consciente, ya que presenció como algunas
de sus compañeras, con quienes compartió
fracasos y alegrías, comenzaron a enfermarse.
“Había una (compañera), que ya no
comía nada, onda su desayuno era una
manzana, el almuerzo: unas hojas de
lechuga con tomate y el resto del día
agua, agua” expresa de manera muy seria. Pero fue el caso de otra
alumna, el cual impactó a Isabel "mi mamá la vió, ella estaba en sillas
de ruedas, no sé como estará ahora, pero era un palito”. Dice que intentó
ayudar a la última, pero la afectada se molestó ante la iniciativa de Isabel.
Actualmente, muchas escuelas de ballet de teatro municipales de
Chile como en el extranjero, han integrado a un profesional de la salud
para prevenir incidentes como el anterior. Pero en el caso del teatro
de Antofagasta, la reacción no fue la esperada. “Nuestra directora nos
presentó a una nutricionista para que las niñas más rellenitas bajaran de
peso, pero la mayoría se empezó a ir. Incluso, fue ese el momento cuando
muchas comenzaron a tener problemas de salud” recuerda la joven.
¿Estética o necesidad?
El ballet es una disciplina cuyo origen se encuentra en Italia y
Francia, en el siglo XV. Su finalidad era entretener a la aristocracia,
pero para ese entonces, las bailarinas no usaban “puntas”, tutús, ni
presentaban un peso por debajo a los 50 kilos. Fue en Rusia, ya en el
siglo XIX, cuando esta danza comienza a ser vista como pura, rigurosa
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"ella estaba en
sillas de ruedas,
no sé cómo estará
ahora, pero era un
palito” .