Es Nuestra Oportunidad
de Servir
Por Luis Alfredo Becerra Samudio
H
ace muchos
años, entre 1970
– 1980, muchos
colombianos fueron a
Venezuela porque allí
requerían de muchas
personas que pudieran trabajar como
profesores universitarios, asesores de
proyectos y trabajadores de la construcción
y, muy especialmente, para trabajar en
labores de agricultura y ganadería.
Paralelamente, mucha gente viajaba a
Venezuela para comprar electrodomésticos
y alimentos que traían luego a Colombia
para revenderlos, pues en ese momento el
Bolívar Venezolano era mucho más caro que
el Peso Colombiano.
A medida que viajaban personas a
Venezuela, y mostraban que les estaba
yendo bien, más colombianos se decidieron
por preparar sus maletas y viajar al hermano
país, pues aquí la vida estaba cara y no había
trabajo.
las empresas y así, parte de los colombianos,
comenzaron a regresar a Colombia.
Hoy tenemos una situación muy diferente y
crítica: Venezuela continuó con su acelerada
devaluación. Las circunstancias políticas
llevaron al país a un manejo caótico que no
permite que haya ni trabajo, ni comida, ni
servicios médicos, ni medicinas, etc. etc.
Hoy, lastimosamente vemos a nuestros
Hermanos Venezolanos luchando por salir
del país, los que pueden, en lo que sea,
i n c l u s o ca m i n a n d o y at rave s a n d o
larguísimos trechos en Colombia.
Hoy vemos cómo lastimosamente en los
semáforos, algunos de los Hermanos
Venezolanos, buscan ganarse un dinero para
salir adelante y se están creando en las
ciudades colombianas grupos de familias
venezolanas que viven en condiciones
infrahumanas.
Mucho de los profesionales que viajaron, se
establecieron definitivamente en Venezuela
y allí crearon empresas que empezaron a
generar buenas oportunidades de progreso. Hace muchos años los colombianos fuimos
acogidos en Venezuela. Hoy, somos los
colombianos los que tenemos la
oportunidad de servir a los Hermanos
Venezolanos ayudándoles en su difícil
situación.
Con el paso del tiempo, la moneda
venezolana comenzó a desvalorizarse, las
oportunidades laborales empezaron a
disminuir, aparecieron leyes del Gobierno
que obligaban a tener socios venezolanos en Ni se nos ocurra pensar que es un problema
que ellos lleguen a Colombia. Están llegando
a todos los países de América Latina y a
Norte América. Es verdad que en nuestro
país tenemos problemas de desempleo,
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Boletín No. 40 / Diciembre de 2018
pero debe primar nuestro espíritu de
servicio, ayuda y colaboración por nuestros
H e r m a n o s Ve n e z o l a n o s q u e p o r
circunstancias muy, pero muy lamentables,
están sufriendo el flagelo de ser
inmigrantes.
Hoy son ellos, pero mañana podemos ser
nosotros los que necesitemos ayuda.
Colaborémosles hasta donde sea posible;
hagamos menos sufrida su situación y
démonos la oportunidad de servirles en la
medida de nuestras posibilidades.
Los males no son eternos, ya vendrán días
mejores y la posibilidad de que ellos puedan
retornar a su país para rehacer sus vidas, sus
familias, sus posibilidades laborales y de ser
felices.
Colaborémosles para que su situación sea
menos triste y que el día que puedan
retornar a Venezuela, el mejor regalo que
lleven, sea que se sintieron acogidos, por
nosotros los colombianos, que fuimos
serviciales y que los ayudamos cuando lo
necesitaban.
Asociación de Pensionados ASOPEN
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