Blablerías Nº 21 - Abril 2017 | Page 5

* 5

Libromanía

para leer

por Vivi García

¿P

or qué volver a un libro tan conocido y

reconocido? me pregunto, ya que muchos

adultos lo hemos leído en la escuela media.

¿Por qué releer una historia cuyo final se conoce? ¿Para qué elegir un relato autobiográfico dentro de un contexto histórico doloroso? Son muchos interrogantes, pero los cuestionamientos son los que nos despeinan y, al mismo tiempo, nos ordenan las ideas y los sentimientos. Vamos despacio.

Creo que se vuelve a un libro como el Diario de Ana

Frank porque, al ser un clásico de los textos testimoniales,

nos permite tener una cita con las emociones de una

adolescente que transita un tiempo y una geografía

cargados de intolerancia, injusticia y discriminación. Tiene un formato de diario íntimo, supuestamente escrito para no ser leído (paradójicamente uno de los libros más leídos desde 1947), con una cronología que nos pinta en el día a día la convivencia de ocho personas en una casa escondite, la Casa de atrás, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y el horror de la barbarie nazi.

Aunque se conozca el final y se tenga información de la tremenda y dolorosa Gran Guerra, muchos elegimos volver a caminar las páginas del diario de Ana por emblemático y porque es imprescindible mantener la memoria encendida para la humanidad toda, que debe conocer el horror para evitar cualquier tipo de atropello. También porque un libro con estas características sensibiliza al lector de cualquier edad, nos lleva a otros días, con personas lejanas y cercanas al mismo tiempo. Mientras leemos somos Ana, Margot, Peter… nos encontramos en los otros.

Hay muchas razones para escuchar la voz de esta jovencita que creció de golpe -tuvo que hacerlo- y se hizo preguntas, encontró algunas respuestas, y amó cada mañana que, a través de una ventana apenas abierta, se dejaba espiar.

Vale la pena volver a SENTIR ese diario, y lamentablemente no es el único escrito por niños y adolescentes durante otras guerras, con otras dictaduras, durante las cuales la escritura se parece bastante a la libertad.