Blablerías Nº 19 - Octubre 2016 | Page 8

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Entre Literatura

y Cuentería

Graciela Bialet es una escritora argentina de Córdoba, que estudió Comunicación Social, Licenciatura en Educación y maestría en Promoción de la Lectura y la Literatura Infantil. Desarrolló numerosos proyectos en animación de lectura con el programa Volver a leer y coordinó la Biblioteca Provincial de Maestros de la provincia de Córdoba. Entre sus obras podemos mencionar: "Los sapos de la memoria", "De boca en boca", "Nunca es tarde", "Si tu signo no es Cáncer" y "El jamón del sánguche".

Lic. Mateo Niro coordinador del progrsma Bibkiotecas para Armar.

Rubén López

y Graciela Bialet

RL: Existe aún una fuerte controversia en cuanto a la dupla Narración Oral / Literatura de autor. Actualmente conviven los que consideran que al autor no se le puede modificar ni una palabra del texto y los que "adaptan" el texto de un autor y lo difunden como propio. ¿Qué rol debe asumir el narrador oralfrente a un texto de autor? ¿Qué opininás sobre esta situación, vos como autora?

GB: Estoy convencida de que a los textos los re-escribe quien los lee. El texto no es de quien lo escribe y una vez que lo escribe es de quien lo lee o de quien lo necesita, como dice el cartero de Neruda cuando habla de la poesía.

No se puede controlar al lector porque la literatura es arte y el arte es libertad. Sin libertad el arte no puede divergir de la realidad, no es ficción. Es como un contrasentido. Lo primero que se me ocurre decir es que el narrador oral es un intérprete. Entonces, al ser un intérprete es un lector, alguien que lee desde una mirada y hace suyo el texto, y cuando lo reproduce al narrarlo, se convierte en un recreador de la obra de otro, pero no puede obviar esos parámetros.

Aunque respetara puntualmente letra por letra, palabra por palabra; gestualmente puede estar diciendo algo más. Si revolea un ojo mientras lo dice, puede dar vuelta el sentido porque lo vive de esa manera, porque no lo va a hacer para que quien lo está escuchando no lo entienda, ni para burlarse del autor o del texto; lo hace porque está sintiendo que de esa manera expresa.

El código lingüístico es mucho más que la palabra, que la emisión misma de la palabra. Lo lingüístico es un sistema de representaciones mediado por la cultura, conlleva en sí una mirada del mundo a la que cada quien le pone su visión.

Desde ese lugar el narrador oral tiene que comportarse como un lector, si no, se convierte en un mero reproductor de mp3.

Ahora, eso no quita el hecho de que hay una línea muy delgada con el plagio.

O sea, si yo voy a tomar todos los elementos de Doña Flor y sus dos maridos de Jorge Amado: la viuda joven, el farmacéutico y el fantasma del primer marido, y cuento otra historia, estoy cometiendo un plagio y no haciendo una adaptación. Éste es un hilo muy delgado y, además, puede pasar que esa interpretación plagiada sea muy mala.

Mirá, se me vienen a la cabeza esas frases terribles que circulan en internet atribuidas a García Márquez sobre la muerte: "yo no le temo a la muerte... porque en el más allá hay una dimensión mansa… y no sé que más…" Si leíste a García Márquez sabés que nunca en la vida pudo escribir eso: no es su forma, no usa esas palabras, no es su estilo, no está en su forma de pensar.

Otro: Escucho a un narrador contar un cuento y digo: che, esas hormiguitas estaban en… ¡Ése es un cuento de Laura Devetach! y este narrador oral ha hecho otra versión y lo presenta como suyo. Eso es plagio.

Bueno, en eso yo no estoy de acuerdo. Me parece que es una mala jugada, porque si bien los textos son libres y no tienen un dueño, sí tienen un autor, y si vos vas a poner el nombre de ese autor tenés que, mínimamente, respetar el sentido de ese autor. Ahora, si no vas a poner el nombre y estás decidido a plagiar, bueno, eso ya es un delito. Es otra cosa.

Rebobinando o recapitulando: El narrador oral siempre le dará su mirada porque le da su voz

Conversación

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