Narración
para leer
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mismo, seguiremos construyendo y -por qué no-
podremos abordarlo como un objeto de estudio.
Para ilustrar esta última idea, los invito a acercarse al libro Art y Max de David Weisner (Ed. Océano, 2011). Comparto algunas de las dobles páginas para que las observen y lean mientras recuerdan y experimentan solos o junto a otros.
¿Y? ¿Qué les pareció?
¿De qué o de quiénes se acordaron mientras leían y observaban las imágenes? ¿Vieron la aspiradora marca ACME?, ¿Les suena familiar esa marca? ¿De dónde?
Los recuerdos suelen ser activados por referencias intertextuales, es decir, por elementos que se insertan en los textos o en las ilustraciones y refieren a otros productos o personajes que forman parte de la cultura.
¿Cuántas voces hay en este libro? ¿Cómo se dieron cuenta de sus existencias? ¿Cómo son los tonos? ¿Qué indicios tienen para variar y caracterizar los tonos?
¿Los escucharon? ¿Qué tono le pusieron al leerlos o qué tonos les pondrían?
¿Este libro tiene sonidos? ¿Dónde? ¿Cuáles?
¿Y música? Si tienen acceso a Internet anímense a buscar músicas para acompañar las lecturas.
Como ya fue señalado, los libros-álbumes tienen influencia de varios lenguajes: cine, publicidad, cómic, obras plásticas, fotografías entre otros; ¿Identifican en esta obra detalles que dan cuenta de estas influencias?
Todo lo que puedan ir descubriendo en sus lecturas y las de otros, así como la posibilidad de poner en juego lo aprendido, puede dar lugar a lecturas, narraciones y producciones dinámicas, en las que todos pueden participar enriqueciendo las prácticas. Recuerden que lo importante es: ¡invitar a jugar!
Claudia Cadenazzo es Licenciada en Psicopedagogía (UMSA) y Especialista en Educación, Lenguajes y Medios (UNSAM).
El Coyote y el Correcaminos (Warner Brothers, 1949)
¿Se acuerdan
de estos
personajes?
El bueno, el malo y el feo
por Hugo Montenegro