Blablerías N°1 - Febrero 2013 | Page 7

Cuento

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El hombre sabía que ella se había ido para siempre.

Sí, ya no volvería nunca.

Por más que vio cuando, antes de salir, ella guardó la llave de la casa en la cartera, él estaba seguro de que nunca regresaría.

Pero ese maldito acto no iba a tenerlo en ascuas, esperándola de por vida.

Así que se dio vuelta el corazón, cambió la puerta de lugar, y las ventanas y los muebles. Luego, como el mago más fantástico, hizo desaparecer todo vestigio material de ella –sobre todo, el olor de su pelo recién mojado- y acomodó aquel recuerdo de la llave en la cartera, en ese lugar de la cabeza que uno deja reservado sólo para los espejismos.

Pero él, que tomó todas las precauciones, olvidó sin embargo la más importante: cambiar la llave de la cerradura.

Por eso, ella todas las noches vuelve.

Lo primero que se escucha es el sonido de la llave girando sutilmente en la cerradura. Luego, sus pasos silenciosos hasta la cama.

Desde hace quince años ella vuelve cada noche y, mientras él simula estar soñando, ella le hace el amor así, a oscuras, en silencio, como una ladrona.

Es que hay anhelos polizontes que viajan escondidos en nosotros y, por más recaudos que se tomen, igual se nos cuelan en el alma.

Fondo: La importancia de las decisiones, de Die Katze (Sonia Delgado)

http://www.diekatze.net/

ACTO

FALLIDO

por Alejandra Oliver Gulle

www.alepepa.com.ar