BIPOLAR FANZINE (segunda edición) | Page 25

Cuando mi voz vagaba por las gargantas de la gente y el eco de mis pensamientos sólo era un susurro envolviéndose en el asta cavernosa de una enorme caracola... Eco y silencio que explosionaban al contacto con el aire oxigenado de la mañana. Cuando el tiempo se derramaba sobre mi mesa de escritura y en mi mano no se reflejaba ningún sentimiento, ninguna emoción. La espera me parecía eterna. Las palabras eran flemas que ascendían a la nada. El lenguaje se encontraba vacío frente a mí, y yo me aburría al poder manipularlo. Pedagogo dialectal y ambiguo que escribe mejor que habla. Aún escucho piar a los sórdidos pájaros que se criaron en mi cabeza, pero ya sé que echaron a volar aun antes de haberme concebido. 24