BIG LIFE Magazine BIG LIFE Magazine Edition N°14 - February 19 | Page 45
Y
100
años
CUMPLIR 100 AÑOS MERECE SER CE-
LEBRADO. ES PRECISA UNA GRAN INS-
PIRACIÓN PARA IMPRIMIR PASIÓN Y
VERDADERO LUJO A UNA MARCA DE
AUTOMÓVILES Y RECIBIR EL APLAUSO SU-
PERLATIVO DEL MERCADO INTERNACIONAL.
Siempre presente, las iniciales de su fundador WOB son una
constante en las matrículas de los nuevos modelos. Iniciaba
1919 cuando Walter Owen Bentley daba vida a una empresa
que hoy se reconoce por su gran tradición artesanal, la increíble
calidad de sus diseños y los incontables éxitos deportivos que ha
obtenido en estos años.
Han sido varias las etapas por las que la historia de los au-
tomóviles Bentley pasó antes de ser adquirida por grupo
Volkswagen en 1998. La primera estuvo marcada por la
fase de experimentación, lapso en el que W O. aplicó sus
conocimientos en las diferentes áreas en las que había
trabajado. Uno de los primeros avances que impulsó en
la mecánica automotriz fue la sustitución de los pisto-
nes de hierro fundido por unos de aluminio, punto
de partida de su larga trayectoria y buena reputación
como fabricante de autos. Los modelos que fueron
ensamblados durante el tiempo en el que su funda-
dor tuvo el control absoluto de la empresa, son dig-
nos de ser recordados hasta nuestros días. En una
época donde apenas aparecían las primeras fábricas
de automóviles, Bentley Motors ya se caracterizaba
por su gran fiabilidad mecánica.
Posteriormente, producto de una gran depresión
económica mundial, a pesar de ser ampliamente reco-
nocida por la calidad de sus motores y sus éxitos depor-
automotive mechanics was substituting cast iron pis-
tons for aluminum ones. That was the beginning of a
long career and great reputation as a car manufacturer.
The models manufactured under his absolute control
are still worthy of being remembered. During a time
when the first car manufacturers were just emerging,
Bentley Motors was already a landmark of mechanical
reliability. Later, despite the great reputation of its en-
gines, Bentley had to be rescued from bankruptcy by
Rolls Royce due to a great world economic depression,
which allowed it to keep its characteristic style and per-
sonality. After the merger, both brands started sharing
many mechanical features, until 1998, when Bentley
became the property of Volkswagen, the world´s sec-
ond biggest car manufacturer. Since, the enormous
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