Basket Marcha 2013 20 marzo, 2013 | Page 95

Sergio Melián: “Para ser entrenador debes querer aprender todos los días de todo y de todos” Sergio Melián, entrenador del preminibasket masculino del Luther King, asegura que “lo bonito del baloncesto es lo ilimitado del mismo” Por Víctor Hernández ¿Por qué ha decidido ser entrenador de baloncesto? - Yo creo que eso no se decide, te tiene que salir de dentro. En mi caso, ya desde Cadete no quería dejar el baloncesto y tenía muy claro que quería seguir en el deporte desde el banquillo, pero con otro rol, el de entrenador. ¿Ha elegido serlo o el baloncesto le eligió a usted? - Elegí serlo, quería ser entrenador. El baloncesto me dio la oportunidad de la mano de Luis Macía, cuando me ofreció echar una mano trabajando con los ‘peques’ en la escuela de baloncesto del colegio. A partir de ahí, he tratado de aprender y mejorar día a día, y así hasta ahora. ¿Qué debe tener todo entrenador para conseguir la perfecta evolución de sus jugadores? - Conocimiento, no supuesto sino real. Para ser entrenador debes querer aprender todos los días de todos y de todo. Aparte de eso, considero muy importante ser capaz de entender y saber llegar al jugador para intentar ser una solución a sus problemas y no un límite a su progresión. ¿Existe el entrenador perfecto? - No lo creo. Decir que algo es perfecto es decir mucho, demasiado. En el caso de los entrenadores va más allá de los resultados. Son demasiadas las cosas que hay que abarcar y dominar, y precisamente lo bonito de este deporte es lo ilimitado del mismo. Da igual quien seas, siempre hay algo que aprender. ¿Cosas positivas y a mejorar en su actual club? - Lo más positivo y destacable del Luther King es que somos una familia. Todos trabajamos para el conjunto, en beneficio de la escuela de baloncesto y no de los egos individuales de los entrenadores. Si alguien pierde, nos afecta a todos, igual que cuando se gana. Siempre hay cosas que mejorar. El día que pensemos lo contrario tendremos un problema. En nuestro caso, tratamos de implantar una dinámica de entrenamientos y disciplina de club que, al ser un colegio, puede costar, pero hay que seguir por esa línea y tratar de ser cada año más competitivos y por supuesto, no dormirnos por el camino. “Nuryana y Luther King han progresado mucho en el último lustro”