Basket Marcha 2013 20 marzo, 2013 | Page 51

Hola a todos Soy árbitro de baloncesto desde hace relativamente poco y desgraciadamente cada vez veo que a nosotros, los colegiados, se nos trata peor: más agresividad y más faltas al respeto hacia nuestra persona. Por desgracia, no me estoy refiriendo a partidos de categoría junior o senior, sino a encuentros de categorías de base inferiores, donde se supone que los chicos y chicas están ahí para aprender y disfrutar. Sinceramente, no veo para nada lógico que los padres (algunos, no todos, ya sea de paso decirlo) se pongan a gritar a los árbitros en medio del partido de su hijo de una manera muy agresiva, con insultos y gesticulando de manera desproporcionada. ¿Realmente no se dan cuenta esos padres de que sus hijos tenderán a imitarlos, a hacer lo mismo que ellos hacen pero trasladado a la cancha? Señores, somos árbitros, sí, pero también somos personas, por lo que no somos perfectos y nos equivocamos muchas veces. Pero nosotros hacemos esto porque nos gusta hacerlo. Es nuestro hobby. Y disfrutamos con él. No me gustaría llegar al siguiente fin de semana pensando que un padre saltará de la grada o que un entrenador se me vaya a encarar porque haya señalado una acción que a su juicio sea incorrecta. El baloncesto es para disfrutarlo, no para desahogarse con los colegiados. Nosotros nos preparamos duramente antes y durante la temporada para dirigir cada encuentro lo mejor que podamos, y es por eso por lo que pienso tener tolerancia cero hacia las faltas de respeto a los árbitros por parte tanto de jugadores como de entrenadores… Y créanme que si tengo que tirar de descalificantes y de informes, lo haré, pues no quiero que mi integridad física y moral se vea afectada por personas que estropean este deporte que tanto adoro. Para finalizar, quiero darles un consejo a todos aquellos que ensucian este deporte con insultos y agresiones a los colegiados: si no te gusta el baloncesto, quédate en casa y no pagues con los demás tus problemas. Si de verdad te gusta el baloncesto, recuerda cuántas veces te has equivocado tú en los partidos. Recuerda que eres persona, como yo, y que por eso yo también podré tomar decisiones erróneas, pero no por ello merezco tu desprecio, como tú tampoco te lo mereces de nadie. Atentamente Árbitro anónimo