Hola a todos
Soy árbitro de baloncesto desde hace relativamente poco y desgraciadamente cada vez veo
que a nosotros, los colegiados, se nos trata peor: más agresividad y más faltas al respeto
hacia nuestra persona.
Por desgracia, no me estoy refiriendo a partidos de categoría junior o senior, sino a
encuentros de categorías de base inferiores, donde se supone que los chicos y chicas están
ahí para aprender y disfrutar.
Sinceramente, no veo para nada lógico que los padres (algunos, no todos, ya sea de paso
decirlo) se pongan a gritar a los árbitros en medio del partido de su hijo de una manera muy
agresiva, con insultos y gesticulando de manera desproporcionada. ¿Realmente no se dan
cuenta esos padres de que sus hijos tenderán a imitarlos, a hacer lo mismo que ellos hacen
pero trasladado a la cancha?
Señores, somos árbitros, sí, pero también somos personas, por lo que no somos perfectos y
nos equivocamos muchas veces. Pero nosotros hacemos esto porque nos gusta hacerlo. Es
nuestro hobby. Y disfrutamos con él.
No me gustaría llegar al siguiente fin de semana pensando que un padre saltará de la grada
o que un entrenador se me vaya a encarar porque haya señalado una acción que a su juicio
sea incorrecta. El baloncesto es para disfrutarlo, no para desahogarse con los colegiados.
Nosotros nos preparamos duramente antes y durante la temporada para dirigir cada
encuentro lo mejor que podamos, y es por eso por lo que pienso tener tolerancia cero hacia
las faltas de respeto a los árbitros por parte tanto de jugadores como de entrenadores… Y
créanme que si tengo que tirar de descalificantes y de informes, lo haré, pues no quiero que
mi integridad física y moral se vea afectada por personas que estropean este deporte que
tanto adoro.
Para finalizar, quiero darles un consejo a todos aquellos que ensucian este deporte con
insultos y agresiones a los colegiados: si no te gusta el baloncesto, quédate en casa y no
pagues con los demás tus problemas. Si de verdad te gusta el baloncesto, recuerda cuántas
veces te has equivocado tú en los partidos. Recuerda que eres persona, como yo, y que por
eso yo también podré tomar decisiones erróneas, pero no por ello merezco tu desprecio,
como tú tampoco te lo mereces de nadie.
Atentamente
Árbitro anónimo