seguir desarrollando mi faceta periodística en
un club con tanto margen de crecimiento y
ponerme el chándal para divertirme en cada
entrenamiento con mis jugadoras.
Ahora que arranca una nueva temporada y
cumpliré una segunda feliz etapa en Marbella
me vuelve a entrar ese gen competitivo que
nunca debemos perder los entrenadores, sin
perder de vista ni un solo instante la
formación que es lo que nos ocupa, pero esas
cosquillas en el estomago cada vez que se
acerca el inicio de la competición son
inevitables. Ver a tus chicas trabajar en la
pista lo que se trabaja durante la semana, ver
como anotan esas bandejas que les parecían
imposibles hace algunas semanas y verlas
‘agachar el culo’ como me gusta repetir para
defender y robar un balón, esforzándose,
sacrificándose por y para el equipo, es algo
que a todos nos pone contentos porque es lo
que verdaderamente te muestra que tu
trabajo, más allá del resultado, está bien
hecho. Nosotros somos ejemplos para ellas,
da igual la edad que tengan, para ellas su
entrenador tendrá casi más influencia a veces
que sus propias familias. El camino que
debemos marcarles debe ser el que el día de
mañana deben escoger para sus propias
vidas, un camino lleno de retos, de
emociones, de sentimientos, un camino que
para ellas verdaderamente tenga sentido y les
lleve a sacar lo mejor de cada una de ellas.
Se entrena como se juega, y se vive como te
enseñan esos pilares que tienes cada día a tu
lado. Eso es algo que se nota, por eso a mi me
gusta ser modelo de todas y cada una de ellas
porque para eso me siento en un banquillo
cada día. Además, tengo claro que si fuera de
otra forma no estaría hoy donde estoy y si han
confiado en mi en CB Marbella para
desarrollar mi trabajo es porque en todos los
años que llevo en este mundo no me he
desviado ni un instante de los valores que
siempre me gusta enseñar: la humildad, la
sencillez y la modestia, quizá algo olvidados y
perdidos en muchos casos.
Con esto, tengo ganas de volver a cruzarme
con amigos, que a su vez son compañeros, y
hablar de nuestras cosas mientras esperamos
a que nuestros equipos calienten para
comenzar el partido; tengo ganas de volver a
vivir esos torneos de pretemporada que tanto
me gustan y disfrutar de esos momentos que
te da el baloncesto –¡AD Asunción, espero
vuestra invitación anual a vuestra Copa!-. Un
año más quiero que empiece la fiesta del
baloncesto femenino, y aunque el año 2000
me quede ya muy lejos, sigo teniendo la
misma ilusión cada día por seguir creciendo
junto a todos vosotros.
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