Misa de Réquiem que se
interpretaría, en la iglesia
san Marcos de Milán, en el
primer aniversario de la
muerte de Manzoni. En un
estilo operístico, el
agnóstico Verdi no
necesitó en esta ocasión de
personajes concretos para
expresar los más
profundos sentimientos
humanos. Estamos ante
una música absoluta en la
que no hay una sola nota
superflua y en la que el
verdadero protagonista es
el coro. En esta ocasión,
será nuestro Orfeón
acompañado nada menos
que por una de las grandes
orquestas londinenses,
que es lo mismo que decir
de una de las grandes
orquestas del mundo,
dirigida por el joven
director ruso Vladimir
Jurowski. En los papeles
solistas, grandes voces: la
letona Kovalevska, la
húngara Komlósi y los
rusos Popov y Pochapski.
Una ocasión única para
disfrutar de Verdi, de una
gran orquesta y de la
proyección y el
reconocimiento
internacional del Orfeón
Pamplonés v
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