Autobiografías ficticias | Page 9

  IES URIBE-KOSTA BHI 2º ESO - Curso 2014/15   6 pequeña hija. Su marido era minero y, para poder llevar el pan a casa, pasaba casi todo el día en la mina. Pasé mucho tiempo en aquella casa en la que transcurrieron muchísimas cosas. El marido de aquella señora fue fusilado en las montañas blancas de Alto Campóo, derramando su sangre roja, yaciendo en aquel entorno frío en que resoplaba una ligera ráfaga de viento. Por culpa de aquel suceso, la mujer, su hija y yo nos trasladamos a Pozancos, un pueblo diminuto en el que había más víveres que personas. Allí pasamos un largo tiempo, hasta que la niña se hizo mayor y me recibió como herencia, una vez la mujer, ya anciana, falleció. Posteriormente, cuando ella se casó, me trasladé a una ciudad más grande. De hecho, viajamos muy lejos, hasta una ciudad que estaba junto a la costa: Bilbao, que en aquel entonces estaba en plena revolución industrial. Llegamos a Barakaldo sin ningún problema pero, cuando me sacaron de la caja para colocarme en el lugar donde estoy hoy en día, me resbalé de entre las manos de mi dueña, cayendo al suelo y creando un gran estruendo. Me dañé una de mis manecillas, pero el marido de mi dueña, que era un manitas, me supo arreglar sin problema. Ya he vivido más de ciento cuarenta años pero estos últimos cuarenta han sido los mejores, y si me pudiera comunicar con mi dueña, ya viuda, le agradecería todo lo que ha hecho por mí.     [email protected]   www.entornoalalengua.com