Autarquía Sexto número | Page 4

INTELIGENCIA ARTIFICIAL Ilustración por: Julieta Alvarado La «inteligencia artificial», o por lo menos su pretensión, es ya un hecho en nuestro mundo contemporáneo. Obsesionados con la búsqueda de confort, pretendemos cada vez, con mayor frecuencia, que los aparatos o los gadgets resuelvan de manera automática una serie de problemas de nuestra vida cotidiana. Hablamos entonces de «edificios inteligentes», «teléfonos inteligentes», «autos in- teligentes», incluso de cosas invero- símiles como «topes inteligentes», cuya función es reducir la velocidad de los autos. Fundamentalmente un 1 Russell & Norvig, Inteligencia Artificial, un enfoque moderno, 2 Zubiri, Xavier, Inteligencia Sentiente, Alianza, Madrid, 1980. 4 Autarquía artefacto inteligente es aquél que, de manera automática, es capaz de adaptar su funcionamiento, depen- diendo de una serie de circunstan- cias. La inteligencia artificial busca que las máquinas ofrezcan, por sí mismas, repuestas adecuadas. Así, lo central de la inteligencia arti- ficial es poder hacer que una máqui- na se autoadapte o genere respuestas óptimas. Dicha adaptación se logra por una serie de procesos que son el núcleo de la inteligencia artificial. Stuart Russell y Peter Norvig 1 consi- deran que hay dos maneras de clasi- ficar el modo de articular dichos procesos: una en la que se intenta imitar las operaciones humanas y otra que intenta crear respuestas con procedimientos puramente ló- gicos. En ambos casos, por la vía de la simulación del “pensamiento” o por la vía de la construcción lógica, los promotores de la inteligencia artificial se proponen sustituir a las personas en procesos laborales o in- cluso en los de toma de decisiones. Los programadores de computado- ras intentan crear softwares cada