Autarquía segundo número- Capitalismo | Page 9

por : Inés Gutiérrez

de la tura de vés de o ” ridículos de que su muerte no le importara ni a él . Pero ahí estábamos sus vecinos , fingiendo estar tristes por no verle nunca más , por su vida tan carente de sentido o por lo mucho que había sufrido el eterno niño borracho . Atrás de nuestra mirada dirigida al piso y los insoportables silencios , lo que escondíamos era vergüenza de nosotros mismos , acabábamos de descubrir las propias miserias que Chico cargó con su absurda presencia .

En el barrio nos quedamos sin aquél que nos hacía más fácil olvidarnos de nosotros mismos . En él creíamos ver el absoluto de todo lo que no éramos . Por eso nunca reparamos que lo surreal de una vida consagrada a desvanecerse , su fondo del mundo , que nos señalaba con gritos ahogados y unos pequeños dedos sucios , era también parte de nuestra surrealidad , de nuestro tocar fondo . Luego podíamos encerrarnos , con la tranquilidad de un actor de madera , en nuestra moral de mercado .
La mirada perdida e irritada por el alcohol de aquella nada que se arrastraba por el barrio era como las Monomanías de Géricault , el pintor francés del siglo XIX . Existe un estúpido envanecimiento moderno por nuestra capacidad de medirlo todo , de saberlo todo . En este sentido , estos retratos ( las Monomanías ) intentaban ser el reflejo de una naciente ciencia psiquiátrica que podía determinar distintas clases de psicopatía ; es decir , por fin el hombre , por medio de la ciencia , se volvió capaz de separar lo normal de lo que no lo es ; de encerrar a los locos para proteger a los cuerdos ; de castigar a los irracionales para premiar a los hombres de razón . Pero estas pinturas , de las que se conservan cinco , logran , por su naturaleza , lo que no logró Chico sino con su muerte : mostrarnos que todo intento por determinar la realidad , por acabar con la historia , al final desnuda nuestros absurdos . Los locos retratados por Géricault señalan la negación de nuestros miedos , el oscuro mundo que nos contiene y que nos expone a la fragilidad de la existencia . La búsqueda por separarnos de lo que no queremos ser , el intento por escapar de lo que queda fuera de la categoría “ humano ” para decir lo que “ sí es humano ”, solo nos ubica , con violencia destructiva , tarde o temprano , ante el misterio del que huimos , que es el misterio de la vida , esto es , lo que se muestra siempre de manera nueva , lo inaprensible , lo que nos desborda y nos coloca ante la sublime tormenta de la vida . Negar una parte del ser es convocar la estupidez . Quizá sea esta la silenciosa advertencia de las Monomanías , porque no se puede escapar de lo que nos conforma ni querer dominarlo sin cercenar las miserias en un tributo sanguinario a las verdades a medias . No se dice , en esos rituales del concepto , lo suficiente de las realidades fácticas ni espirituales de lo humano . Pero si Géricault logra insinuar un mundo más profundo detrás de nuestra ética de la medida — quizá porque la obra de arte siempre escapa de su autor , quizá porque el mismo pintor es exquisitamente sensible en su expresión romántica — Jaroslaw Kukowski es insolentemente directo en la denuncia de la necedad moderna . Las series de su pintura llamadas Dreams , UnDreams y Fresco puedo definirlas , primeramente , como un devenir entre el hiperrealismo y el surrealismo , inseparable uno del otro . Los Sueños de Kukowski son los mismos de la modernidad : la idea de progreso , el cuerpo idealizado , la infancia perfecta , la negación de la tristeza ; pero todos estos paisajes llevan consigo mismo la marca de su pesadilla , la que será explícita en la segunda serie ( UnDreams ). Jaroslaw retrata al ser humano esclavo de su idea , la que no necesariamente lo guía sino que lo oprime y lo niega . Los cuerpos maravillosos son inalcanzables , sirenas y ángeles tentadores , paisajes de precipicio . El mundo que refleja el pintor polaco es aquel que ha cambiado los ídolos de las creencias religiosas tradicionales , los rostros de madera con dolor de Viernes Santo , por otra contenida en los medios de comunicación . Las bocas de estos idólatras de la perfección son cambiadas por anos ; los ángeles que evocan a cupido son desfiguraciones carnosas que contrastan con el querubín de piedra ; el anhelo político moderno , el poder absoluto con rostro de democracia , del conocimiento del bien y del mal , es inalcanzable cuando se intenta alzar vuelo con un alar minúsculo ; la felicidad es entendida como lucha de poder , la amistad como traición .
Finalmente los frescos son el desenlace : un mundo que contiene sueños rotos , porque la realidad concreta que así se encuentra intenta configurar la existencia en la compra-venta porque solo es aquello que se pueda pagar . En los frescos ya no hay ángeles impolutos , sino un bosque ignoto detrás del retrato de nuestra sabiduría resquebrajada .
La excusa de recordar a Chico la encuentro contenida en las obras plásticas que he referido . Aquel hombre era el signo de todo lo que ignoramos , adrede , de nosotros mismos , de la naturaleza de nuestras búsquedas y deseos . Chico es el rostro concreto de la nada que tornamos abstracta para olvidarnos de personas como él sin sentir males de conciencia , para olvidarnos de nosotros mismos cuando nos tornamos insoportablemente similares al borracho que poco importaba , la mirada inquisidora de una extravagancia existencial infelizmente siempre presente . ▪
Diego Vargas SJ
Autarquía 9